terapia

Cibersicología

La realidad virtual ha resultado ser una excelente herramienta para aliviar el dolor, las fobias y el estrés postraumático.

29 de agosto de 2004

Nadie hubiera imaginado que los programas para jugar con mundos virtuales servirían para aliviar sufrimientos de la vida real. Pero así lo han demostrado Hunter Hoffman y un grupo de científicos en Estados Unidos.. Hoffman, sicólogo y director del Centro de Investigaciones de Analgesia y Realidad Virtual de la Universidad de Washington, utiliza desde 1996 programas de computador en tres dimensiones para aliviar el dolor que sienten los quemados durante la limpieza de sus heridas, un procedimiento muy doloroso con los más potentes opioides. El equipo demostró científicamente que cuando el paciente usa gafas especiales y se conecta a un videojuego el dolor disminuye.

Al principio usaron los juegos de Nintendo, pero Hoffman pudo establecer que mientras más inmerso en un mundo ilusorio estuviera el paciente mejor sería el resultado.

Con el apoyo de la fundación Paul Allen (uno de los fundadores de Microsoft) se diseñó un juego especial para pacientes quemados llamado SnowWorld, en el que éste siente que vuela sobre un cañón de hielo, con un río sobre el cual caen copos de nieve. La meta es que los pacientes derriben el mayor número posible de hombres de nieve con copos de nieve. "Mientras el paciente está jugando, su atención ya no está centrada en la herida y gracias a esto reporta una disminución drástica del dolor", dice Hoffman.

En un estudio 39 voluntarios sanos recibieron un estímulo de calor cada 30 segundos. Veinte de ellos tuvieron la oportunidad de jugar en SnowWorld con equipos de alta tecnología, mientras que el resto tenía un programa de menor calidad. "Vimos una correlación entre la potencia de la ilusión y el alivio del dolor", dice Hoffman. Gracias a este hallazgo desarrollaron SuperSnowWorld, una versión más sofisticada que permitirá a dos personas entrar en un mismo mundo virtual. "Con computadores más rápidos podremos crear mundos más complicados. También estamos comprando un nuevo casco virtual que tiene visión periférica". dijo el experto a SEMANA. El centro donde trabaja Hoffman provee sin costo alguno el programa SnowWorld a aquellos centros especializados en el tratamiento de pacientes quemados.

La realidad virtual se aplica hoy para mitigar fobias. Los tratamientos convencionales para esta condición consisten en enfrentar al paciente a su miedo. Pero esto puede ser muy costoso, en el caso de aquellos que le temen a volar, o poco efectivo pues aunque se le pida al paciente que imagine al objeto de su fobia, el miedo es tan grande que muchos claudican al primer intento.

Hoffman ha trabajado con éxito en pacientes con fobia a las arañas. Con un programa tridimensional y la ayuda de un joystick, la persona se acerca poco a poco a una tarántula virtual que está en una cocina. La meta es aproximarse lo más posible al insecto. En un estudio clínico, de 23 pacientes diagnosticados con fobia, 83 por ciento reportaron una mejora de su condición.

Las aplicaciones de la realidad virtual también se extienden a los pacientes de estrés postraumático. Muchos de ellos sufren de problemas de sueño, imágenes regresivas y evitan salir o escuchar noticias. Para una víctima de los ataques de septiembre 11, la terapia tradicional fue un fracaso. "Describía el evento sin mucho sentimiento", dice JoAnn Difede, una siquiatra que trabaja en este campo. No obstante, cuando ella se puso sus gafas y entró en el programa que mostraba una Manhattan virtual -con las torres ardiendo al fondo- comenzó a llorar por primera vez. Se registró 90 por ciento de reducción de los síntomas de este síndrome. Según Hoffman, la ventaja de esta terapia es que le permite al paciente revivir su experiencia en un ambiente seguro y controlado.

El sicólogo considera que en cinco años la realidad virtual se utilizará ampliamente para aliviar cualquier dolor que suceda en un lapso de 15 a 20 minutos. También se usará para entrenar médicos cirujanos. Mientras ese día llega, Hoffman seguirá trabajando para hacer programas cada vez más parecidos a los mundos simulados de la película The Matrix, con interacción de más personas, efectos especiales y sonidos. "En 20 años probablemente estaré vivo y la realidad virtual será impresionante".