CUANDO CALIENTA EL SOL...

El cáncer de la piel comienza a gestarse desde las primeras asoleadas

26 de octubre de 1987

El cartel representa a un par de niños que juegan en la playa bajo un sol veraniego, en una escena alegre que contrasta con la leyenda que, en grandes caracteres, advierte "Toma años adquirir cáncer en la piel. Pero la mayoría de nosotros empieza temprano".
El efectismo del mensaje. parece justificado por la magnitud del problema que representa el incremento de los casos de cáncer causado por los rayos del sol. Y la idea que la Fundación de Cáncer de los Estados Unidos pretende erradicar, es la de que el cáncer en la piel solamente debe preocupar a las personas después de la mitad de su vida. Los expertos de la Fundación insisten en que el cáncer en la piel puede comenzar a gestarse desde los primeros años de vida, aun cuando no se observen ni siquiera los más remotos indicios de su aparición.
Lo que resulta más preocupante según las estadísticas, es que cuando un norteamericano medio llega a los 20 años de edad, ya ha estado expuesto, durante el 80% de su vida, a la acción perjudicial de los rayos ultravioleta del sol. Por ello, al llegar a la edad adulta, muchas personas ya habrán tenido suficiente sol como haber desarrollado cáncer en la piel.
Cada año, al menos medio millón de norteamericanos, desarrollan cánceres superficiales de piel, de tipo relativamente benigno, que pueden ser tratados quirúrgicamente. Pero aunque las cifras parecen menos impresionantes el problema del melanoma maligno, una forma devastadora de cáncer que es fatal en el 25% de los casos, es el más grave, pues su frecuencia se ha incrementado en el escalofriante porcentaje del 760% en los últimos 50 años. Para un niño nacido en los Estados Unidos en 1930, el riesgo de adquirir melanoma en su vida era de 1 en 1.500; de allí se ha pasado a 1 en 150 en los años 80. Y si las campañas no tienen resultado, para el año 2000 el riesgo será de 1 en cada 100.
Los datos recientemente obtenidos por los investigadores desvirtúan la creencia sostenida durante muchos años de que el melanoma se desarrollaba independientemente del contacto de la piel con la luz solar.
Hoy se piensa que, con cierta predisposición, la luz viene a ser el detonante de la enfermedad. No siempre se necesita la continuada exposición durante muchos años; serían suficientes una o dos bronceadas fuertes durante la niñez o la adolescencia.
Hay varios hechos que parecen acusar al sol, aparte de la evidencia científica: la mayoría de los melanomas diagnosticados recientemente tienen que ver con partes del cuerpo expuestas a la acción de la luz solar y, al mismo tiempo, un porcentaje significativo de casos tuvo que ver con población de piel blanca que vivía en áreas tropicales, donde el sol pica más fuerte.
El doctor Sidney Hurwitz, profesor de pediatría y dermatología de la Escuela de Medicina de la Universidad de Yale, afirma que "el porcentaje de cáncer se eleva a una tasa alarmante y gran parte de la culpa parece residir en el estilo de vida de hoy, orientado hacia las actividades al aire libre, en el que hasta los niños pequeños están excesivamente expuestos al sol".
En ausencia de mejores noticias, al menos es importante conocer los factores de riesgo para los adultos;
·Haber pasado un promedio de 2 horas al día bajo el sol durante los últimos 10 ó 20 años.
·Trabajar bajo techo pero gustar de las actividades al aire libre.
·Tener ojos claros.
·Tener piel sensible que se quema fácilmente al sol y se broncea difícilmente.
Los expertos recomiendan a las personas que tienen estos factores evitar el sol intenso, cuidar su piel con lociones de factor de protección superior a 15 y realizarse exámenes médicos al menos una vez al año.
Para los niños deben aplicarse cuidados especiales, en especial si los siguientes factores de riesgo están presentes:
·Tez blanca y muchas pecas
·Cabello rubio, rojo o castaño claro
·Tendencia a no broncearse y a quemarse fácilmente bajo el sol.
·Historia familiar de cáncer de la piel.
·Residir en climas cálidos.
·Gran número de lunares.
Naturalmente, dadas las características raciales de la mayoría de la población colombiana, las anteriores recomendaciones no son necesariamente aplicables para muchos, pero ello no quiére decir que --aquellos que reúnan ciertas características- no se cuiden, para evitar las graves consecuencias de exposiciones incontroladas al sol.--