De ataque

Buenas noticias para los consumidores de café: la bebida no tiene relación alguna con las enfermedades del corazón.

19 de noviembre de 1990

Después de muchos años de ser señalado con el dedo acusador como responsable de aumentar los riesgos de enfermedades cardiacas, el café ha sido absuelto y reivindicado. Un estudio médico le ha quitado piso a ese viejo mito. Y los resultados de la investigación, que estan causando revuelo en el mundo científico, posiblemente también van a incidir en un repunte del consumo de café, ya que ha dejado su mala reputación como bebida peligrosa para la salud.
La noticia dara vía libre a muchos pacientes que suspendieron su consumo por orden médica y que ahora tienen de nuevo la posibilidad de volver a su vieja y estimulante taza de café.
El estudio, realizado por la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard, se hizo con 45.589 hombres entre los 40 y los 75 años y dio una respuesta convincente a las preguntas de millones de consumidores de café en el mundo y, sobre todo, a los médicos que desterraron el tinto de la vida de muchos de sus pacientes.
Los resultados de la investigación, publicados en el último número de la revista The New England Journal of Medicine, no insinúan siquiera alguna relación entre consumo de café y posibilidad de ataques cardiacos, a pesar de que los pacientes monitoreados dijeron que tomaban, en promedio, seis o más tazas de esa bebida al día. El doctor William Castelli, director del Framingham Heart Study, un centro de investigaciones que ha seguido durante cuatro décadas la salud de 10 mil pacientes, dijo que creía que el estudio descartaba cualquier duda sobre la relación entre consumo de café y enfermedades cardiacas. Por su parte, el doctor Francois Abbud, presidente de la Asociación Americana del Corazón, respaldó la investigación y dijo que "fue cuidadosamente hecha. Basado en ese estudio me siento más confiado diciéndoles de mis pacientes que no es necesario que dejen de tomar café". Y el doctor Walter Willet, quien dirigió la investigación, dijo que nunca los resultados de un estudio son definitivos, pero aseguró que la diferencia entre posible riesgo y no riesgo es muy pequeña.
En el revelador estudio, la muestra escogida reunía profesionales de la salud médicos, dentistas, optómetras, paramédicos... quienes fueron monitoreados a través de seguimientos de su historia clínica, hábitos de fumar, antecedentes de enfermedades del corazón en la familia, costumbres alimenticias, etc.
Pero a pesar de la euforia que reina entre los amantes del café que tuvieron que dejarlo, otro estudio, realizado por la Organizaci6n Kaiser de California entre 100 mil personas, y publicado el mes pasado en la revista The American Journal of Epidemiology, encontró un leve aumento en el riesgo de enfermedades coronarias en personas que toman más de cuatro tazas de café al día.
Previamente a los estudios que libran de culpa al café, muchos otros decían lo contrario y, sobre esta base, se venía restringiendo el consumo de esa bebida para personas con posibilidades de enfermedades cardiacas. Investigaciones de la Universidad de Stanford reportaron hace varios años, que los hombres de mediana edad que tomaban más de dos y media tazas de café diariamente estaban más propensos a presentar mayores niveles de colesterol en la sangre. Posteriormente, ese estudio fue desmentido por uno realizado en la Universidad de Pittsburgh.
El más alarmante estudio sobre el tema y el que había hecho entrar en pánico a cardiólogos y cardiacos fue realizado hace varios años por la Facultad de Medicina de la Universidad de Johns Hopkins entre 1.130 graduados. Sus conclusiones pusieron en alerta roja a los tomadores de café, pues se afirmaba que tenían de dos a tres veces más riesgos de padecer enfermedades coronarias. Pero como nadie es dueña de la verdad absoluta, un estudio posterior lo invalidó. Según los críticos, la investigación de la Johns Hopkins no había tenido en cuenta factores de riesgo como la dieta y una vida sedentaria.
En medio de la controversia y de nuevos estudios médicos que desmienten a los anteriores, lo único claro es que en in vestigaciones de salud nadie ha dicho la última palabra.
Sin embargo, para nadie es un secreto que las personas estan tomando menos café y que una de las razones fundamentales para ello era la de las posibles vinculaciones del consumo de la bebida con las enfermedades del corazón, aparte de los altos precios y de la feroz competencia de las gaseosas. Con los resultados del nuevo estudio, muchos esperan que sus consecuencias se reflejen en un incremento del consumo de la bebida nacional, que ha estado de capa caida en los últimos años.
En Estados Unidos, país que consume el 25% del café colombiano de exportación y la tercera parte de las exportaciones mundiales del grano, las cifras son significativas. Según un reporte de la Asociación Nacional del Café, que representa a los importadores y procesadores de los Estados Unidos, los norteamericanos estan bebiendo, en promedio, 1.75 tazas de café al día, la mitad de la cantidad que consumían en 1962, aunque quienes son considerados bebedores habituales beben un promedio de tres y media tazas diarias.
La disminución del consumo de café en el Coloso del Norte el segundo cliente más importante, después de Alemania, del Café colombianose ha manifestado en el cierre de algunas plantas procesadoras. Después de 50 años de labores, la fabrica de Maxwell House Coffee en Hoboken, New Jersey, cerrara sus puertas en 1992, aduciendo reducción en la demanda. Pero los funcionarios de la Asociación ven en los resultados de la investigación una señal positiva. Esperan que, liberados de riesgos, médicos y pacientes ya no miren el café como una seria amenaza para la salud y que, por consiguiente, muchos de quienes habían dejado de consumir la bebida colombiana por excelencia, vuelvan a sus antiguos hábitos. Juan Valdés, el cafetero que es la imagen del grano colombiano en el mundo, tiene ahora otro gancho para vender el mejor café suave: no hace daño al corazón.