SALUD

Donar órganos todavía no es una cultura en Colombia

1.400 personas están a la espera de un trasplante para seguir viviendo. La lista se incrementará con el paso del tiempo si no aumenta el número de donantes. ¿Qué se debe hacer para crear una cultura de donación en Colombia?

7 de mayo de 2010

Hace 35 años, Jorge Márquez miró con asombro a su esposa, Juanita Robledo de Márquez, cuando ella le hizo prometer que si fallecía, él debía autorizar la donación de sus órganos, y, acto seguido, le exhibió orgullosa su carné de “Donante”.

En esa época, donar órganos no era común, y apenas hoy se comienza a hablar de una “cultura de donación” en Colombia. Algunas personas religiosas veían este acto como una profanación del cuerpo, otros pensaban que sus órganos serían vendidos en una especie de “mercado negro” y a otros simplemente les daba miedo. (Ver mitos).

Especialistas en el tema aseguran que esos temores se mantienen en muchos colombianos y son precisamente los que inciden en la negativa de las familias para consentir la donación de los órganos de sus muertos. En 2007, según datos del Instituto Nacional de Salud (INS), cerca del 50 por ciento de ellas se negaron a dar la autorización de dicho procedimiento, que es la única manera legal de hacerlo. La otra, que no representa un número considerable de casos, es la presunción legal de donante que establece que después de seis horas de haberse declarado muerto a alguien sin identidad ni familiares que lo reclamen, éste le pertenece al Estado y Medicina Legal puede disponer de sus órganos para trasplantes.

Juanita siempre se preguntó por qué debía enterrarse junto con sus órganos y convertirlos en cenizas si estos podían salvar otras vidas. Como no encontró ninguna razón que la convenciera, cuando tenía 25 años decidió que, cuando fallezca, su corazón, sus pulmones, sus ojos, su hígado, su páncreas, su piel y sus riñones servirán para salvar las vidas de por lo menos 55 personas de las 1.042 que hoy necesitan un trasplante.

Sin embargo, la lista de espera de estas personas se incrementará con el paso del tiempo si no aumenta el número de donantes. Por eso, la Red de Donación y Trasplantes, a cargo del INS, busca incentivar la cultura de la donación en el país. Ésta, a pesar de ser baja con respecto a otros países (12 donantes por cada millón de habitantes), se incrementó en 29 por ciento el año pasado, gracias, en parte, a la publicidad del tema en los medios de comunicación.

El modelo en este sentido es España, con 35 donantes por cada millón de habitantes, y en Latinoamérica, Uruguay, con más de 20 donantes. Julio Chacón, médico coordinador de trasplantes, explica que en España sucede algo muy interesante porque “desde las películas de Almodóvar y en general el cine español, hasta campañas específicas que introducen el tema de la donación en la vida cotidiana de los españoles, hacen que para ellos sea una decisión natural”.

Cultura de la donación

Chacón dice que es necesario que en Colombia la cultura de la donación la desarrollen, sobre todo, los jóvenes. Explica que en muchas ocasiones ellos son quienes deben tomar la decisión de autorizar o no el trasplante de los órganos de sus familiares, pero asegura que “son nuestros jóvenes los que más mueren por causas violentas en el país”.
Los traumas craneoencefálicos son la principal causa de muerte en potenciales donantes en Colombia y se deben, en su mayoría, a causas violentas. La muerte encefálica es una definición clínica y legal de muerte y es con este diagnóstico que los médicos determinan quiénes pueden ser donantes efectivos.

Según el informe Forensis, que publica Medicina Legal, el año pasado se presentaron 29.433 muertes violentas en Colombia y el 80 por ciento fueron por homicidio o accidentes de tránsito.

El 74 por ciento de los homicidios (13.179) y el 50 por ciento de las muertes por accidente de tránsito (2.919) se encuentran en un rango de edad entre 15 y 39 años.

Aunque no hay límite de edad para ser donante, el hecho de que estas muertes sucedan en personas jóvenes significa que hay menos contraindicaciones y más posibilidades de encontrar órganos y tejidos sanos. Además, el año pasado, 122 niños recibieron trasplantes de hígado, corazón y riñones obtenidos de otros niños, que son los únicos que se pueden utilizar en estos casos.

Hay vida después de la vida

Los medios de comunicación son vitales para promover la cultura de la donación con fines de trasplante, asegura Chacón. Por eso la campaña “Hay vida después de la vida”, con el apoyo de Genzyme y la Asociación Colombiana de Trasplante de Órganos (Acto), promovió por segundo año consecutivo un premio de periodismo para exaltar la labor de los periodistas que se animan a cubrir el tema.

Este año, el premio hizo honor a José María Mora, considerado el padre de la nefrología y el trasplante de riñón en Colombia. En total se presentaron 70 trabajos sobre diversos aspectos de la donación de órganos, que ocuparon 39 páginas en periódicos, 173 minutos de televisión y 322 minutos en radio.

El ganador en la categoría de Prensa fue Diego Garzón, de la revista Soho, con la crónica “Todo sobre mi padre”, un testimonio del periodista sobre la enfermedad de su padre y lo que tuvo que vivir junto a él antes, durante y después de un trasplante de hígado.

En la categoría de Radio, ganó el  equipo de La FM que preparó una serie de informes sobre el tema, y en Televisión, el primer lugar lo intuvo el programa Contador de Historias de NTN24.

Los tres ganadores irán a un viaje de formación profesional a España, donde podrán conocer de cerca las estrategias y el papel de los medios de comunicación en la creación de una cultura favorable a la donación.

Claudia Varela, de Genzyme, asegura que una mayor exposición mediática sobre este tema influye en la decisión de decir “sí” a la donación, además de otras actividades de sensibilización sobre esta problemática.

La confirmación de este hecho se ve reflejada en el incremento de personas que manifestaron su voluntad de ser donantes y se carnetizaron a través del INS. Mientras en 2008 había inscritos 7.932 colombianos, al cierre de 2009 se registraban 63.347 y en el primer trimestre de 2010 se sumaron 10.101 personas a esta cifra.

El número 73.449 corresponde a Jorge Márquez, quien desde ayer estrena orgulloso frente a su esposa el carné de “Donante”.