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Dulces sueños

Acabar con los ronquidos puede ser tan simple como sacarse una muela.

7 de marzo de 2004

A los roncadores les hacen chistes, les dan codazos por las noches, los discriminan en los paseos, sus parejas los abandonan pero pocas veces les hacen ver que tienen un serio problema de salud. Sobre todo cuando hacen apneas, episodios durante los cuales dejan de respirar. Cuando son muy frecuentes -hay quienes hacen 500 apneas en una noche- se van generando otros problemas de salud pues el corazón y los pulmónes deben hacer un esfuerzo extra para compensar la falta de oxígeno. Una persona con este tipo de problemas puede acortar su vida en 10 años.

Hay remedios caseros como colocar una bola de golf en la pijama para que la persona siempre duerma de lado, pero los expertos consideran dichas estrategias poco efectivas. La mejor opción sigue siendo una cirugía que hace unos años era complicada pues requería de anestesia general pero hoy se puede realizar con técnicas láser, en forma ambulatoria, sin dolor ni complicaciones. "Es equivalente a ir al odontólogo a sacarse una muela", afirma Hernando Harker, médico otolaringólogo.

El procedimiento consiste en cortar la campanilla, que en muchos de los roncadores es más gruesa, más larga y más grande, y en acortar el paladar. De esta manera se aumenta el canal por donde pasa el aire. Según el especialista, el ronquido mejora entre 70 y 80 por ciento y las apneas entre 40 y 50 por ciento.

El procedimiento dura de 15 a 20 minutos y una vez finalizado el paciente puede continuar con su vida normal. La única recomendación es no comer alimentos picantes o irritantes. De cada 20 pacientes uno requiere un retoque mínimo.

Los candidatos para esta opción son aquellos que tienen la obstrucción en el paladar. En casos en los cuales el problema está localizado en la nariz se requiere de otra solución. "Por eso es importante hacer un buen diagnóstico", dice el experto.

Aunque es una condición que está asociada con sobrepeso no todos los roncadores son gordos. Si no se atiende el problema de los ronquidos con apnea podría desencadenarse una hipertensión o problemas de cansancio y baja libido. A pesar de este panorama, muy pocos consultan porque nunca escuchan sus propios ruidos y a veces ni se enteran de que son roncadores. "Generalmente los traen las mujeres o vienen cuando ya tienen complicaciones serias", afirma Harker. Una manera de convencer a la persona es grabarle el ronquido para que tome conciencia del problema y lo solucione antes de que sea tarde.