menopausia

El gran fiasco

Un reciente estudio concluyó que la terapia hormonal aumenta el riesgo de Alzheimer en mujeres mayores de 65 años, un mal que pretendía evitar.

9 de junio de 2003

Hace un par de semanas se conoció una nueva y nefasta información sobre la terapia de reemplazo hormonal. Un estudio diseñado para medir que este tratamiento prevenía el mal de Alzheimer concluyó todo lo contrario: que las hormonas doblan el riesgo de esta enfermedad y otros tipos de demencia en mujeres que empezaron el tratamiento a los 65 años o más tarde. El estudio, publicado en el Journal of American Medical Association, duró cuatro años e involucró a 4.532 mujeres. La mitad del grupo tomó placebos y la otra mitad un medicamento llamado Prempro, una combinación de estrógenos y prosgestágenos de Laboratorios Wyeth. En este lapso se presentaron 40 casos de demencia en el grupo que tomaba la hormona y sólo 21 en el de control. Esto significa que si en una población 10.000 mujeres de esta edad tomaran la hormona, cada año se presentarían 45 casos de demencia y 23 de ellos serían debido a estas píldoras.

No se sabe si estos resultados se aplican a mujeres más jóvenes que toman el mismo fármaco. El estudio tampoco mostró qué pasa cuando sólo se toma estrógeno. Para ello se está adelantando una investigación que terminará en 2005.

La noticia es muy importante, pero lo es aún más porque hace casi un año se tuvo que detener un estudio con este mismo tipo de terapia debido a que el medicamento incrementó el riesgo de cáncer de seno en las mujeres voluntarias. El estudio, llamado Women's Health Initiative, uno de los más grandes y rigurosos que se han hecho hasta ahora, encontró además que la terapia combinada incrementaba el riesgo de ataques al corazón, derrame y promovía la formación de taponamientos de las arterias. El estudio de Alzheimer hace parte del Women's Health Initiative.

Lo grave de esta serie de resultados es que son totalmente opuestos a lo que la terapia de reemplazo hormonal combinada prometía prevenir. Hace 10 años las mujeres la tomaban para protegerse de eventos cardiovasculares y para mantener la mente en buena forma. Con la evidencia queda claro que no existen tales beneficios.

La indicación de las hormonas no es para prevenir Alzheimer sino para calmar los síntomas de la menopausia -las ráfagas de calor, la sudoración nocturna y la irritación vaginal- y prevenir la osteoporosis. Pero a raíz de sondeos y experimentos con ratas en laboratorios, en los que se mostraba que el estrógeno nutría las células del cerebro, empezó a recetarse a las mujeres con la ilusión de mantener la actividad cerebral. Pero queda demostrado que una cosa son las ratas y otra muy diferentes los seres humanos. Pese a los resultados algunos científicos piensan que la terapia hormonal puede proteger el cerebro si se toman antes y no a los 65 años. Habría un período crítico de beneficio pero nadie sabe si exista y qué tiempo dura exactamente. Otros opinan que el estrógeno es bueno para prevenir enfermedades mentales pero al mezclarlo con progestágenos este efecto se anula. Esto se sabrá en 2005. Pero lo cierto es que sólo en Estados Unidos 2,7 millones de mujeres toman la terapia combinada y hoy no saben qué camino coger. Para Sally Shumaker, directora del estudio y profesora en la Universidad de Wake Forest "el mensaje es que no hay razón para que estas mujeres estén tomando las hormonas. Ellas deben discutir con sus doctores por qué lo hacen y mirar la posibilidad de dejar el tratamiento". n