sexualidad

El 'orgasmatron'

Un científico de Estados Unidos encontró un aparato que provoca orgasmos en mujeres con disfunción sexual.

30 de noviembre de 2003

Un tercio de las mujeres en el mundo aseguran que nunca han tenido un orgasmo. Para complacerlas, un científico estadounidense asegura haber descubierto un aparato para provocar orgasmos fuera de serie. El anestesiólogo Stuart Meloy, de Winston Salem, Carolina del Norte, encontró por accidente que el estimulador de la columna vertebral, un aparato usado tradicionalmente para tratar dolores musculares, era capaz de provocar los más intensos placeres.

El estimulador es un aparato que se encuentra disponible desde hace 30 años pero hasta ahora nadie le había descubierto este peculiar uso. Funciona como un marcapasos, sólo que en lugar de colocarse en el corazón se instala bajo la piel en la base de la columna vertebral. El dispositivo funciona gracias a que estimula un reflejo natural en el cuerpo que produce orgasmos. Consta de electrodos, cables conectores y un generador que se coloca temporalmente a través de una pequeña incisión o en forma definitiva mediante una intervención quirúrgica. El aparato se prende y se apaga a gusto de la usuaria y puede generar diferentes tipos de estimulación y de intensidad. El mayor de ellos es conocido como el 'vulcano plus'.

El doctor Meloy encontró esta función por accidente. Se encontraba en la sala de cirugía colocando este aparato a una paciente que sufría un severo dolor en la pierna y cuando "estábamos afinando la frecuencia eléctrica la mujer estalló en gemidos", dijo Maloy a la estación de radio La W. En lugar de alivio la paciente recibió una sorpresa inesperada: un orgasmo como nunca antes lo había sentido. Más tarde ella le dijo al doctor: "Usted debe enseñarle a mi marido a hacer algo similar". El médico no sabía de qué le estaba hablando pero después de investigar más a fondo entendió que la mujer había sentido un orgasmo en plena cirugía.

Al ver el potencial uso de este aparato, Meloy cambió su campo de investigación y patentó la idea de usar la técnica para curar a mujeres anorgásmicas. Aunque el médico lo llama Neurally Augmented Sexual Function (Nasf) la gente lo conoce como 'orgasmatron', evocando la película El dormilón, de Woody Allen, en la que el director imaginaba una máquina que provocaba orgasmos.

La Food and Drug Administration (FDA) aprobó el dispositivo como un aparato seguro pero aún es necesario hacer investigaciones para probar su eficacia. Precisamente Maloy adelanta estudios clínicos para determinar en qué tipo de mujeres funciona y cuál es la mejor manera de dar la estimulación eléctrica. Los voluntarios deben ser mujeres entre 25 y 60 años. Curiosamente, aunque creía que muchas mujeres correrían desesperadas hacia su sala de experimentos, hasta el momento el doctor Maloy sólo cuenta con dos voluntarios.

El 'orgasmatron' ha recibido críticas por parte de sexólogos y consejeros sicosexuales, quienes opinan que existen otras alternativas menos invasivas para tratar estas disfunciones. "El problema de las mujeres no es sólo la incapacidad para tener orgasmos sino falta de interés en el sexo, falta de lubricación y de sensación", dice Sarah Creighton, una ginecóloga del hospital de Queen Charlotte en Londres. "Este sería un arreglo pasajero y no definitivo", agrega.

Además consideran que la disfunción sexual femenina es un tema poco investigado y en el que el factor sicológico desempeña un papel preponderante. A pesar de las críticas el doctor Maloy sigue esperando sus voluntarios. Las interesadas pueden consultar la página www.nasfonline.com. De aprobarse, la instalación del 'Orgasmatron' temporal valdría 3.000 dólares. La versión definitiva, 17.000 dólares.