EL SPM

El síndrome pre menstrual no es historia de señoras, sino una enfermedad física que puede recibir tratamiento médico.

28 de noviembre de 1988

Esa serie de malestares que ataca a la mayoría de las mujeres en el mundo antes de la menstruación, conocida bajo el nombre de Sindrome Pre-Menstrual (SPM) y cuyo origen había sido hasta hoy considerado básicamente sicológico, ha sido declarada recientemente por un vasto número de especialistas e investigadores norteamericanos como una enfermedad física que puede, en consecuencia, recibir tratamiento médico.

"Tenemos suficientes pruebas de que no se trata de un desorden de indole siquiátrico o sicosocial, sino puramente biológico", dijo el doctor William Keye, del Centro de Ciencias para la Salud, en Salt Lake City, mientras formaba parte de un panel de expertos en el auditorio del Hospital Monte Sinaí en la ciudad de Nueva York. Keye y un grupo de colegas suministraron hormonas de estrógeno y progesterona a seis pacientes y comprobaron que producía en ellas los mismos síntomas del SPM: "Por fin la legitiman", dijo a su turno la doctora Elizabeth B. Connell, ginecóloga y obstetra de la Escuela de Medicina de la Universidad de Emory en Atlanta. "Es bueno que empiece a ganar algún respeto". Según la médica, se necesita que el ciclo de presentación de esos malestares sea persistente y continuo durante varios meses, para establecer con certeza que la paciente sufre específicamente de SPM. En muchísimos casos, el origen de los síntomas puede ser mental o biológico, pero no necesariamente asociado a la menstruación. "Uno o dos meses de molestias no significan que alguien sufre con seguridad de la enfermedad. Se requieren por lo menos dos o tres meses en línea para suponer que se trata del SPM". De igual manera, el síndrome sólo se prolonga durante dos semanas cada mes. Si dura más, la enfermedad de la señora es otra.

El equipo de investigadores de Salt Lake establecio ciento ochenta síntomas distintos que corresponden todos al Síndrome Pre-Menstrual, pero los agruparon en cuatro categorías: dolor, retención de agua, sico-emociones y miscelánea. Como dolor se incluyen los de cabeza, de espalda y los calambres. En la retención de agua figuran la inflamación del abdomen, la hinchazón del busto y las extremidades, ademas del aumento de peso que oscila entre dos y cuatro libras en promedio. "Es cuando ellas sienten que 105 vestidos les tallan, que todo les queda apretado o pequeño" comenta el doctor David Baron, del Instituto Nacional para la Salud Mental. Como síntomas sico-emocionales se enumeraron la ansiedad, la tensión, la depresión, la irritabilidad, el abandono y la pérdida de la autoestima. Dicen que en días así se escucha decir a las mujeres cosas como: "Me estoy volviendo loca. Soy una persona horrible. No puedo vivir con mi esposo". Y bajo la categoría de miscelánea, los especialistas reúnen síntomas como la náusea, los vómitos, la gula, especialmente aquella por chocolates y carbohidratos, la fatiga y la poca concentración.

Mientras algunos estudios sostienen que el 80% de todas las mujeres del planeta sufren ocasionalmente de estos síntomas asociados con sus ciclos menstruales, se estima que sólo entre el 20 y el 30% de ellas sufre de SPM, y apenas un 5% de forma severa, sin posibilidades de mejoría.

De todas formas, no hay aún una terapia general frente al SPM y el tratamiento debe conformarse por ahora con atacar ciertos puntos donde puede encontrar resultados efectivos: analgésicos para el dolor, diuréticos para la retención de fluidos y sedantes para la ansiedad. Supuestos remedios como la vitamina B6 o la progesterona no tienen aún comprobación científica, pero una dieta balanceada, es decir alta en fibra y baja en grasa y azúcares, ayuda muchisimo a enfrentar cada mes el sindrome, asi como el stress sicológico y social lo empeora.
Debe evitarse la ingestión de alimentos como las bebidas con cafeina (aumenta la ansiedad), el azúcar (saca del organismo las vitaminas del complejo B y los minerales), los productos lácteos (inflan de gases el estómago e interfieren con la absorción de magnesio, que disminuye los calambres y el metabolismo de hormonas) y el chocolate (que aumenta los cambios de humor).

Esos alimentos deben sustituirse, según los doctores, por otros como el café sin cafeína, las aguas aromáticas, la miel, el suero de árbol, el jugo de manzana, el queso de cabra, la soya y las nueces.

Al contrario de lo que muchos piensan, los sintomas del SPM son de carácter moderado, bastante manejables y no interfieren para nada con otras funciones y habilidades de los humanos, como el pensar y el trabajar.

Los autores del estudio sobre uno de los síndromes más populares del mundo realizaron buena parte de sus experimentos sobre los mandriles del Africa salvaje, que tienen un aparato reproductor similar al de los humanos y cuyas hembras, al parecer, sufren también de SPM. "Qué bueno es haber comprobado que se trata de algo biológico -anota la doctora Connell. Saber que a veces de verdad no estamos locas, es para las mujeres un gran alivio" Pobres mandriles que jamás lo entenderán. --