GRANITO DE ARENA

Una reciente investigación demuestra que el hombre tiene más incidencia en los defectos de nacimiento del hijo de lo que se cree.

4 de febrero de 1991


Hasta ahora todas las medidas de prevención han estado dirigidas a la futura mamá. Medicamentos prohibidos, lugares de trabajo restringidos, vacunas y exámenes genéticos previos al embarazo forman parte de la extensa lista de cuidados que las mujeres deben seguir para prevenir defectos de nacimiento en el bebé. Pero un nuevo estudio ha demostrado que en materia de concepción también los hombres deben tomar precauciones.

Luego de tres décadas de esfuerzos para detectar los agentes nocivos del medio ambiente que puede afectar la salud del feto, los investigadores han echado un vistazo a lo que sucede antes de la concepción. En particular, a los padres y a la vulnerabilidad del esperma a las toxinas. Una nueva investigación sugiere que ciertas sustancias pueden causar mutaciones genéticas y otras alteraciones en el esperma, que pueden conducir a defectos permanentes en el hijo. Esto incluye anormalidades cardíacas y retardo mental así como ciertos tipos de cáncer infantil.

Cada año miles de bebés nacen con defectos físicos mientras otros tantos desarrollan comportamientos y problemas de aprendizaje que aparentemente tienen un componente genético. La causa del 60 por ciento no es bien conocida, aunque muchos científicos sospechan que las toxinas ambientales juegan un papel importante. Desde que la talidomida demostró dramáticamente que las drogas que una mujer toma durante el embarazo pueden dañar al feto, los científicos han descubierto más de 30 medicamentos virus, químicos y otras sustancias que pueden atravesar la placenta y causa daños estructurales al feto.

Hasta el momento, la posibilidad de dar a luz un hijo con defectos había sido atribuida únicamente a la madre. Ahora los investigadores señalan que la contribución masculina puede ser sustancial.