¡Hasta el año 3000!

Una investigación señala que reducir en un 40% el total de calorías de la dieta diaria podría prolongar la vida hasta en 40 años.

4 de junio de 1990

Un escritor de ciencia ficción no podría haber imaginado semejante extravagancia. Sin embargo, es una prometedora tesis: existe una dieta que puede extender el tiempo de vida hasta en un 50%. Y algo más: previene las enfermedades del corazón, la diabetes, las fallas renales y, en forma considerable, todos los tipos de cáncer. Por si fuera poco, también elimina o evita muchas de las maldiciones de la edad, incluyendo cataratas, canas y debilidad. Seguir esta dieta implica proteger a los genes de los ataques ambientales, mantener el funcionamiento de las enzimas en su máximo pico de eficiencia y reducir los derivados peligrosos del metabolismo. Todo esto, en castellano, quiere decir que con una dieta baja en calorías se mantiene la mente ágil y el cuerpo activo hasta una casi bíblica edad.
Tan sorprendente conclusión es el resultado de recientes estudios que, aunque tardíamente, han llamado la atención de los científicos que se especializan en campos como la geriatría, la oncología, la toxicología y otras disciplinas.
En experimentos de laboratorio se ha descubierto que los animales criados dentro de un plan alimentario que contiene todas las vitaminas necesarias y otros nutrientes, pero solamente el 60 ó 65% de las calorías de una dieta normal, viven significativamente más tiempo que el esperado. Es lo que se ha probado en estudios hechos con ratas, peces, arañas, gusanos, pulgas de agua y protozoos. Por ejemplo, ratones que se sometieron a la dieta restringida vivieron 55 meses, mientras que el promedio normal de vida de estos animales en el laboratorio es de 36 meses. Según los investigadores, el rendimiento de la dieta restringida en calorías es espectacular.
Con sorpresa, los científicos descubrieron que no importa tanto si la drástica restricción de calorías se hace en materia de carbohidratos o de grasas, mientras que los animales reciban una mínima cantidad de proteína y suficientes vitaminas y minerales para prevenir la desnutrición . Cumplidos los requisitos, los animales logran alcanzar lo que podría considerarse una venerable edad. Aunque el hallazgo abre nuevas luces en la búsqueda de una fórmula para la prolongación de la vida humana, los científicos advierten sobre el peligro de que las personas asuman este ascético régimen en forma drástica y, por ahora, no recomiendan realizar dietas de calorías restringidas, pues se desconocen aún los efectos en la fisiología humana.
En la actualidad se llevan a cabo investigaciones con dos especies de primates. Pero los científicos aseguran que no necesitan esperar hasta que sus micos de laboratorio mueran -tienen un promedio de vida de 35 años- para empezar a observar el impacto de la dieta restringida de calorías en la salud de los animales. La mayoría de los investigadores sospecha que los animales ganaran en años lo que pierden en calorías. Por analogía, es posible pensar que sucederá lo mismo con los seres humanos.
Los científicos interesados en los efectos de la dieta de bajas calorías han elaborado un registro de sus efectos en ratones y ratas. En este seguimiento han encontrado que los animales que siguen una dieta normal con frecuencia mueren de enfermedades de los riñones o por la destrucción del tejido del corazón. Aquellos que sobreviven un poco más caen victimas de tumores, y todos mueren más o menos a los 32 meses. Por el contrario, las ratas alimentadas con la dieta de calorías restringidas no contraen enfermedades de los riñones o del corazón y aunque sí desarrollan cáncer lo hacen a una edad más tardía. Viven hasta 50 meses y muchas veces mueren por causas desconocidas. Por otra parte, sus pieles permanecen frescas y brillantes y sin canas por más de 40 meses. Además, sufren menos de diabetes y cataratas, y su sistema inmunológico permanece muy activo hasta la vejez. Cuando los animales son expuestos a sustancias carcinógenas, los que siguen una dieta controlada no desarrollan tumores. Y familias de roedores que se crían especialmente para predisponerlas al cáncer, anemia hemolítica o enfermedades autoinmunes, logran alguna protección contra esos desórdenes y son asignadas a los programas de dietas de calorías restringidas.
Pero no todos los científicos estan tan seguros de que esto también se pueda aplicar a los humanos. Los escépticos piensan que lo que funciona en las especies más bajas de la escala filogenética no opera tan efectivamente en las más desarrolladas. Según esta teoría las especies de corta vida, como los insectos y los roedores, poseen un mecanismo interno que les permite resistir un par de años de hambruna y sobrevivir aun lo suficiente como para reproducirse. Pero las especies de larga vida, como los primates, son fértiles por tantos años, que probablemente no disponen de un mecanismo de prolongación de la vida que se ponga en funcionamiento en períodos de vacas flacas. Según los científicos, para resolver este dilema se necesita esperar un poco más de tiempo, para analizar los resultados de los experimentos con micos en el laboratorio.
Uno de los investigadores más optimistas, el doctor Roy L. Walford, de la facultad de Medicina de la Universidad de California, en Los Angeles, asegura, sin embargo, que la restricción de calorías tiene un efecto saludable en las personas. "Eso puede disminuir en un 50% la tasa de envejecimiento, no importa la edad en que se comience la dieta", señala. "Si alguien la empieza a los 50 años y genéticamente está predispuesto a morir a los 80, puede vivir otros 60 años y no solo 30".
Los científicos estudian ahora en el rompecabezas de la fisiología cómo una dieta así produce esos efectos casi mágicos. Y han dirigido su atención hacia el papel que juegan los radicales libres, los niveles de glucosa en la sangre y las enzimas que reparan el ADN, entre otros factores. Aun falta mucho para probar que sea verdad tanta belleza, pero si se logra, tal vez la dieta restringida en calorías sea el famoso elixir de la juventud que con tanto ahinco buscaron los alquimistas en la Edad Media.-