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Mala copia

Un estudio mostró que de 13 medicamentos genéricos, en Latinoamérica ninguno se comportó como el original. El tema reabre la polémica.

25 de abril de 2004

Cristina Serrano sufre de gastritis y cuando tiene una de esas crisis agudas y dolorosas siempre se enfrenta al mismo dilema: comprar el medicamento original que vale más de 50.000 pesos o uno de los llamados genéricos, disponible a sólo 10.000 pesos. Aunque es difícil saber cuál es la mejor decisión, en días pasados se dio a conocer un estudio sobre la efectividad de los genéricos que de nuevo promete alborotar la ya larga polémica sobre un tema de vital importancia para los colombianos.

Un artículo publicado en la revista Current Medical Research and Opinion comparó la acción de un medicamento original para prevenir la osteoporosis posmenopáusica frente a la de 13 genéricos de ese producto que se usan ampliamente en Latinoamérica, uno de ellos en Colombia. El original es producido por Merck, Sharp & Dohme, empresa que patrocinó la investigación.

El estudio, realizado por científicos de la facultad de medicina de Mt. Sinai de Nueva York y que sometió estos medicamentos a procesos fisicoquímicos para el análisis, encontró que mientras el original tarda un minuto y medio en disolverse, en nueve de ellos ese proceso duró menos de la mitad. Unos lo hacen casi en la boca, en apenas siete segundos. Esta rapidez podría causar efectos indeseables pues si el medicamento se desintegra antes, por ejemplo en el esófago, aumenta el riesgo de irritaciones y úlceras. La acción de los otros tres productos estudiados fue cinco veces más lenta. Algunas demoraron hasta 23 minutos, lo que también afecta el funcionamiento del remedio.

Según explica Salomon Epstein, director del estudio, la lentitud reduce la eficacia del medicamento debido a que los ingredientes activos no van a estar disponibles en la sangre en el momento adecuado para que cumplan su función en el organismo, sino que son desechados. "Esto significa que además de causar irritación, el genérico tendría menos efecto sobre la calidad del hueso", dice el investigador.

Aunque el estudio muestra datos reveladores, esto aún es muy prematuro para decir que los genéricos usados contra esta y otras enfermedades no son buenos. "A los médicos lo que nos interesa en el fondo es que una medicina pueda ser intercambiable", afirma Álvaro Ruiz, profesor de medicina interna de la Universidad Javeriana. Quiere decir que los genéricos deben tener el mismo ingrediente activo, que se disuelva donde tiene que hacerlo y que la cantidad de droga y el tiempo disponible de ésta en la sangre sea igual al del original.

La Organización Mundial de la Salud establece que una vez se vence la patente de un medicamento o se establecen ciertas condiciones especiales, se pueden hacer genéricos, siempre y cuando se garantice que serán fabricados bajo estándares internacionales, que tendrán el mismo ingrediente activo y que éste será absorbido, digerido y metabolizado por los pacientes de la misma manera como lo hace el original.

Los productores de medicamentos nacionales aseguran que no hay nada que temer. "Hay garantías con los genéricos y la mejor prueba es que los formulan los médicos y el sistema de salud los compra en mayor proporción, no sólo por el precio sino por su calidad y efectividad", dice Alberto Bravo, presidente de Asinfar, agremiación que reúne los laboratorios nacionales.

Ruiz afirma que la situación de los genéricos de hecho ha mejorado en Colombia. Algunas compañías farmacéuticas nacionales no solo hacen genéricos en condiciones iguales o superiores a las multinacionales, sino que producen medicamentos propios. También cree que las compañías multinacionales colocan precios exagerados a sus productos y deberían bajarlos. "Los consumidores deben mirar bien los productos que van a consumir y el laboratorio que los produce, pues no necesariamente por ser producidos por laboratorios extranjeros son mejores que los nacionales", dijo Bravo.

Según Julio Aldana, director del Invima, en el país sí se presentan problemas con la calidad de los medicamentos, pero "tanto con los originales como con los genéricos, no sólo por la producción sino también por el abastecimiento". Este organismo trabaja para garantizar la calidad y una de las estrategias es el programa 'Demuestre la calidad', que consiste en recoger 2.800 muestras de productos que serán analizados con la colaboración de cuatro facultades de química del país para determinar la calidad final de los productos farmacéuticos que están consumiendo los colombianos.