MUGRE QUE NO MATA, ENGORDA

En el boom de la comida naturalista no todo lo que huele a pasto es dietético o saludable.

25 de diciembre de 1989

Si usted es un obsesivo de los productos naturales y las fibras lo primero que debe hacer es leer bien las etiquetas e informarse mejor acerca de lo que consume. Adelgazar, mantenerse en forma y reducir los niveles de colesterol en la sangre son, sin duda, decisiones saludables; sin embargo, el boom de los productos dietéticos puede llevar a peligrosos excesos.

Esa es la conclusión de un reciente simposio realizado por la Asociación Colombiana de Obesidad y Metabolismo. Mientras la comisión revisora de medicamentos del Ministerio de Salud hace ingentes esfuerzos por ejercer un mayor control sobre los productos anunciados como dietéticos, los colombianos parecen ser cada vez menos exigentes y más crédulos a la hora de lanzarse a ingerir cuanto producto "natural" encuentran. Y como nadie lee etiquetas, muchos de estos productos crecen silvestres en el mercado sin cumplir con el mínimo requisito de incluir en el empaque su componentes o el nombre del fabricante.

Así que antes de lanzarse sobre su próximo plato de heno tenga en cuenta que no todo lo que huele a pasto es fibra saludable. "Desde el punto de vista científico, los productos dietéticos son aquellos alimentos que presentan una disminución en la cantidad de calorías por gramo de alimento consumido. Es el caso de las fibras dietarias, que además de sus propiedades digestivas producen sensación de plenitud con un bajo contenido calórico. Pero no todo lo que secde origen vegetal es necesariamente dietético, se requiere que sea un alimento balanceado", señala el médico endocrinólogo Rafael Gómez Cuevas. Para quienes consumen toda clase de fibras pensando en reducir los niveles de colesterol en la sangre, el especialista hace la siguiente aclaración: "Solamente las fibras que tengan celulosa y pectina pueden ayudar en la reducción de los lípidos".

Pero si el consumo de ciertas hierbas puede resultar inofensivo, una de las mayores preocupaciones de los médicos es que el abuso de los poderes farmacológicos que indiscutiblemente tienen algunas plantas pueda convertirse en un atentado contra la salud. En esto existe una gran ignorancia y hace falta un mayor control. Al decir de los especialistas la tendencia actual es que cualquier efecto beneficioso de una planta se comercializa como una panacea que cura igual el cáncer que la impotencia, las caries que la diabetes. Y en esta especie de brujería de la salud abundan los extractos para reducir el colesterol bajar de peso y curar la diabetes. Lo cual no sólo es absolutamente falso desde el punto de vista científico, sino que pueden producir efectos nocivos y severas alergias, señala el especialista. "La medicina ha invertido muchos años de investigación y estudio determinando las sustancias activas para determinada función, que a la vez sean inocuas o sin mayores efectos secundarios, para que la gente vuelva de nuevo a la planta original. Es como si alguien a quien le gusta el vodka, en lugar de comprarlo resuelva adquirir una tonelada de papa para prepararlo en casa".

En cuanto a las grasas se puede decir lo mismo. De un estudio realizado por el Ministerio de Salud entre los aceites y margarinas que se producen en el país, solamente un 25% cumple con la característica de "no productores de colesterol" anunciada en sus rótulos. La mayoría contiene grasas saturadas e incluso están contaminadas con sebo. Como se sabe, las grasas saturadas, es decir las de origen animal, aumentan los niveles de colesterol y de triglicéridos, lo cual está directamente relacionado con el infarto del miocardio. Por el contrario, las grasas de origen vegetal, no saturadas, y las del pescado, poliinsaturadas, no solo no son dañinas sino que ofrecen saludables beneficios porque contienen-lipoproteínas de alta densidad, que actúan como protectoras contra el infarto. Por eso, una de las conclusiones del simposio ha sido la solicitud al Ministerio de Salud para que los productos anunciados como "no productores de colesterol" tengan en sus rótulos la composición proporcional de grasas saturadas y no saturadas.

Aunque el ministerio realiza una permanente labor de investigación y revisión de los productos anunciados como dietéticos, antidiabéticos, y las margarinas y aceites promocionados como "no productores de colesterol", este es un trabajo que se realiza con las uñas, porque no se cuenta con el personal suficiente para visitar fábricas y laboratorios. Por eso, ante los ojos de los especialistas lo más importante es combatir el analfabetismo dietético colombiano, que lleva al costeño a vender el pescado y los mariscos para comprar arroz, yuca y plátano y al campesino del altiplano a vender la gallina y los huevos para comprar arroz, yuca y plátano. Y lo mismo sucede con los eternos seguidores de dietas y consumidores adictos de productos dietéticos que, por miedo a las calorías o por ignorancia, hacen de lado las proteínas de los alimentos garantizados para lanzarse sobre cuanta hierba les aconsejan.--