Ojos que no ven...

Los especialistas colombianos registran un alarmante aumento de problemas de visión y ceguera infantil.

24 de diciembre de 1990

Cada día es más común encontrar niños con anteojos formulados o lentes de contacto especiales. Esto no se debe únicamente al aumento de las consultas oftalmológicas infantiles sino a que las enfermedades oculares infantiles se han incrementado en los últimos años. Hasta tal punto, que la ceguera y la miopía infantil son ahora unos de los casos más recurrentes dentro de la pediatría.
Las causas son variadas, pero se deben principalmente al descuido de los padres. Muchos pasan por alto que los niños se acerquen demasiado al televisor, se cansen rápido al leer, entrecierren los ojos cuando miran a lo lejos o que, al despertar, tengan completamente cerrados los párpados. Sin embargo, estas y otras menos evidentes, son señales de alerta que requieren atención inmediata.
Según algunos oftalmólogos infantiles consultados por SEMANA, lo más difícil es detectar problemas visuales en los recién nacidos y en los niños menores de dos años, que pueden estar presentando graves enfermedades oculares sin mostrar ningún síntoma preocupante. "Los padres suelen alarmarse cuando los niños sufren fiebres altas o problemas digestivos pero no prestan mucha atención cuando presentan síntomas de pérdida de visión. Y muchas veces en el momento en que llegan a la consulta médica, sin darse cuenta ya se han generado los males", señala uno de ellos.
El ser humano desarrolla el sentido de la visión desde el momento de su nacimiento hasta los siete años de edad, únicamente. Esto hace que, a partir del séptimo año de vida, la visión deje de progresar y los problemas oculares que se presenten en ese momento, no sólo perduren, sino que incluso se agraven con el tiempo.
Si un niño sufre estrabismo, o cualquier otro defecto visual, tiene plazo de corrección hasta que cumpla la edad límite de desarrollo visual. Desde ahí en adelante, las cosas no tendrán remedio. "Los padres deben abandonar la creencia de que a los niños no se les puede operar ni tratar los problemas visuales antes de cumplir nueve años. Esa es una teoría absurda. A ellos se les puede tratar desde que son recién nacidos y aquí en Colombia hay especialistas y equipos suficientes para los exámenes y los tratamientos", señala un especialista.
En Colombia hay mayor propensión para las enfermedades visuales que en otros países. Las condiciones tropicales y sociales hacen que las infecciones congénitas transmitidas sean más frecuentes y que la posibilidad de control sea menos probable. Según los oftalmólogos, actualmente los problemas más graves de visión infantil en el país se agrupan en el síndrome de "TORCH":
* La "T" significa "toxoplasmosis", una infección bastante común, producida por un parásito que se transmite a través del contacto de la madre embarazada con los animales domésticos. Es el popular mal derivado del contacto con los gatos o con los canarios. Pero no sólo es exclusiva de esos animales sino de cualquier otro que sea portador de la infección. Está catalogada como una de las principales causas de ceguera infantil.
* La "R" hace referencia a la rubeola, una enfermedad viral que puede llegar a adquirir la madre durante el embarazo y que genera en el recién nacido un 50 por ciento de posibilidades de perder su visión. Además, genera retardo mental y problemas cardiovasculares, lo que hace que la probabilidad de vida del niño se reduzca considerablemente.
* La "C" significa "citomegalovirus" -la menos común, una infección producida básicamente por la falta de higiene y de salud pública.
* La "H" se refiere al "herpes genital", que produce ceguera inmediata o conjuntivitis crónica, y que se puede prevenir con un simple examen médico de la madre antes del parto.
Otra infección que se presenta, en grandes dimensiones, es la sífilis, transmitida por la madre y que produce males irreversibles en los niños, no sólo a nivel de la visión. La oftalmóloga Lucía Moncada señala: "La infección ocular derivada de la sífilis es la consulta más recurrente, pues las condiciones de transmisión y contagio son incalculables en el medio colombiano~.
Pero no sólo estas enfermedades son causantes de problemas de visión en los niños. Los avances de la ciencia, que permiten que un feto de menos de nueve meses se salve a través de cuidados de incubación artificial, perjudican muchas veces el desarrollo ocular de los infantes. Este mal -que se llama "retinopatía del prematuro" es la primera causa de ceguera infantil. Como las arterias de los ojos no se han desarrollado lo suficiente, comienzan a generarse malformaciones permanentes en la retina, haciendo que se pierda, en últimas, la visión. "Para prevenir esto, es indispensable un control oftalmológico constante en las salas de incubación, vigilando el desarrollo óptimo de las arterias y previniendo los problemas que genera la recepción del oxígeno en las salas de prematuros", señala la especialista.
La leucemia y el cáncer en la retina son dos causas que actualmente producen muchas muertes en los niños colombianos. El 40 por ciento de las consultas oftalmológicas en el Hospital Infantil "Lorencita Villegas de Santos", tienen que ver con problemas de tumores oculares malignos. Este cáncer, llamado retinoblastoma, se presenta por lo general entre los seis meses y los dos años de edad, lo que provoca la pérdida de la vista o la muerte del pequeño.
A pesar de que existen síntomas concretos, los padres no buscan atención médica a tiempo. Generalmente lo hacen cuando el tumor ya es demasiado grande y no hay solución posible. "En ese caso, lo mejor que puede suceder es que se pierda el ojo pero se salve la vida. Pero hasta eso, muchas veces es improbable", dice la oftalmóloga. Y de todas formas, la pérdida de un ojo para un niño, que no tiene aún sus músculos bien formados, hace que comience a presentar malformaciones en la cara y, en consecuencia, que tenga serios problemas de socialización.

Señales de alarma
Lo más dificil para los padres es descubrir la presencia de estas enfermedades en los niños. Sin embargo, existen síntomas frecuentes que pueden llevar a darse cuenta de que algo está funcionando mal:
* Si hay manchas blancas en la retina o los llamados "ojos de gato". Síntoma casi seguro de la presencia de tumores malignos.
* Si el niño mueve la cabeza al leer, en lugar de mover los ojos. Es señal de estrabismo, la principal causa del uso de anteojos o lentes de contacto.
* Si al niño se le dificulta recordar lo que ha leido, asi lo haya hecho unos minutos antes.
* Si confunde los colores o las palabras semejantes como "sol" y "los" o "son" y "nos".
* Si realiza movimientos bruscos por no percibir correctamente las dimensiones y tamaño de los objetos.
* Si entrecierra los ojos o se acerca mucho para ver televisión.
* Si tiene un ojo más grande que otro, lo que indica que está presentando problemas de hipertensión.
En cualquiera de estos casos es necesario acudir al oftalmólogo infantil.
Existen sistemas especiales para examinar y tratar a los niños que aún no saben hablar o leer, a través de la apreciación de objetos y colores. Si para los niños enfermos existen señales especiales, también hay forma de descubrir los ojos sanos: si el niño cambia fácilmente la fijación de un lugar a otro, si tiene memoria visual, si tiene buena coordinación entre las actividades manuales y oculares y si percibe las relaciones de tamaño y espacio, puede asumirse que tiene buena visión.
Pero los síntomas positivos no deben engañar. Es preferible realizar un examen médico, así no existan señales alarmantes. "Hay que saber que los niños no manifiestan su inconformidad visual sino que se adaptan y se guardan para sí la frustración de no ver bien", dice la especialista. Es responsabilidad de los adultos "descubrir" el problema y buscarle solución a tiempo.-