PATOS MEDICINALES

Se experimenta en Colombia la rehabilitación del mongólico con embriones de pato.

25 de mayo de 1987

Un cable de la agencia de noticias Prensa Latina informaba que en Bogotá niños que sufren el "Síndrome de Down" han mostrado una recuperación de hasta el 30 por ciento, después de recibir, durante diez meses, un tratamiento con base en embriones de pato.
Si se tiene en cuenta que, como afirma la bióloga Aurelia Bautista (con un doctorado en "Síndrome de Down"), es imposible que cambie la información genética y que los genes no se puedan recuperar por la inoculación de embriones de cualquier especie; la buenisima noticia para los miles de niños afectados por el mayor causante de retardo mental en el mundo parecía quedar reducida a una especulación.
Sin embargo, SEMANA entró en contacto con Estella Achury, bioquímica del Colegio Mayor de Cundinamarca y microbióloga de la Universidad Javeriana, promotora de este experimento, quien afirmó: "Lo que estamos haciendo no pretende, de modo alguno, acabar con la "trisomía 21" (nombre que recibe el desorden genético de los afectados con "Síndrome de Down" -ver SEMANA 146-); lo que estamos haciendo es estimular las neuronas que están normales, para que ante el estímulo externo se produzca una respuesta más eficiente".
La idea surgió después de que Estella Achury conoció los resultados de una experiencia realizada en Alemania en 1981, en donde se inoculó embrión de cordero a niños que padecían el síndrome, en cantidad de un centímetro cúbico en la base del cerebro cada tres meses. Se obtuvieron cambios en la fisonomía y cierta elevación de los parámetros bioquímicos de los enfermos.
La bioquímica Achury pensó entonces que el embrión de cordero requería una tecnología muy avanzada, de la que no se dispone en el país. "Como,por una parte, se ha comprobado que las proteínas animales ayudan en el proceso de aprendizaje y por otra a nivel bioquímico todas las células embrionarias son iguales, se me ocurrió utilizar células de pato, que no son tan complicadas de manejar".
La doctora Achury entró en contacto con la Fundación Casa del Niño Mongólico, en Bogotá, para exponerles su idea, que por otra parte ya llevaba un año en etapa de experimentación con ratones, a los que revivieron con esas células embrionarias.
Se conformó entonces un grupo de diez niños con edades cronológicas entre los siete y ocho años, pero edades mentales entre año y medio y dos y se comenzó a suministrarles, en forma gratuita, 20 gramos diarios de embrión de pato. Luego, comenzaron a realizarse pruebas cada tres meses por parte de los sicólogos y trabajadores sociales de la Fundación.
Hasta el momento se ha encontrado que los niños han evolucionado en cuanto a motricidad y lenguaje. "Se ha visto, dice Estella Achury, una mejoría del 30% en cuanto al desarrollo del lenguaje y al manejo de la motricidad fina y gruesa de los niños. Vamos a extender el tratamiento a dos años, para poder observar mejor los resultados".
El tratamiento con las células embrionarias de pato, el cual, sin embargo es un poco costoso, porque los 600 gramos que debe consumir al mes un afectado por el "Síndrome de Down" cuentan doce mil pesos. Por ahora lo que sí está comprobado es que de todas maneras, entre el 10 y 15 por ciento de los casos tratados a tiempo y con una buena ingestión alimentaria registran un retraso mental relativamente bajo con respecto a los niños normales de la misma edad.