MUJER

Peligro bajo el sol

La mayoría de personas no sabe protegerse de los rayos solares.

29 de septiembre de 2003

El cancer de piel es uno de los que más incidencia tiene en la población colombiana, después del de cuello uterino y de mama. Lo paradójico es que es uno de los pocos que podría prevenirse. Según el dermatólogo oncólogo Elkin Peñaranda las personas no protegen su piel de los rayos del sol, el principal causante de las lesiones malignas, debido a falta de información o malentendidos sobre el tema. Por ejemplo, una de las concepciones erróneas es creer que sólo los rayos ultravioleta son perjudiciales. También los rayos UVB causan problemas en la piel y es por esto que se debe utilizar un protector solar que cubra ambas radiaciones. Otra idea equivocada es creer que el sol se debe evitar únicamente cuando hace calor o cuando la persona sale de vacaciones. Sólo en estas ocasiones la gente toma la precaución de untarse cremas protectoras. Pero la verdad es que el astro rey nunca descansa. Siempre está ahí, tanto en los días cubiertos como en los despejados. "Aun cuando haya nubes pasa entre 50 y 80 por ciento de las radiaciones malas", dice Peñaranda, quien trabaja en el Instituto Nacional de Cancerología. El especialista advierte que Colombia, por ser un país sin estaciones, tiene una alta incidencia de radiaciones UV durante todo el año. Además el índice de estos rayos puede ser mayor en Bogotá que en la Costa. Según datos del Ideam, en la capital hay 14 UV, seguido de Medellín con 13 UV, Cali con 12 UV y la Costa Atlántica con 10 UV. "Se considera una radiación alta cuando pasa de nueve", explica Peñaranda. Todo esto implica que hay que usar protector solar a toda hora y no sólo en las temporadas de descanso.

El tipo de protector que se use es un asunto importante. Según el profesional para que exista una acción protectora la crema debe tener un factor de 30. La mayoría de lociones hidratantes sólo tienen 15, lo cual deja a la persona descubierta ante los rayos del sol. También es crucial que se aplique no sólo en la mañana sino varias veces pues el efecto tiende a disminuir con el paso de las horas. Lo ideal es aplicarlo en la mañana, al mediodía y repetirlo en la tarde. Para las mujeres que tienen piel delicada el médico recomienda las presentaciones en gel, que tienen menos grasa.

Estas cremas se deben untar en las partes del cuerpo descubiertas, como por ejemplo la cara y el dorso de las manos. Si la persona vive en tierra caliente es conveniente hacerlo también en piernas y brazos.

Otro hábito que se debe promover es cambiar la hora de hacer las diligencias. La mayoría aprovecha el descanso del mediodía para salir, lo cual coincide con el momento en que los rayos son más fuertes. Peñaranda recomienda, en general, evitar las exposiciones innecesarias al sol. "Si espera el bus, busque la sombra. Si opta por el sol, no obligue a sus hijos a tomarlo", dice.

Por último aconseja que la gente se haga periódicamente un autoexamen de piel. Esto significa pararse de cuerpo entero frente a un espejo para detectar lesiones que escaman, o que sangran, o cambios en el color de los lunares. No está de más visitar al dermatólogo, sobre todo si la persona tiene una piel sensible y de riesgo para desarrollar este tipo de lesiones.

El sol es un amigo, a pesar de todo lo anterior, y la gente lo necesita para producir la vitamina D. Pero es un amigo con algunos defectos: se puede poner muy bravo en ciertos momentos. Para no acabar la amistad hay que conocerlo, saber a qué horas no se puede visitar (entre 10 y 3 de la tarde) y cuándo salir en su grata compañía.