dermatologia

Piel de porcelana

Un suplemento alimenticio ayuda a recuperar la elasticidad de la piel y a protegerla de los radicales libres y los rayos ultravioletas del sol.

26 de mayo de 2003

La solución para retardar la llegada de las arrugas está en las uvas y el tomate. En el licopeno de estos vegetales y en las semillas de la fruta se encuentran dos de los antioxidantes más poderosos de la naturaleza, los cuales son capaces de luchar contra el deterioro celular que causan los radicales libres. Los estudios científicos así lo han probado. En 1989 se demostró que el licopeno era el carotenoide con mayor poder antioxidante. Otra investigación realizada en 1997 arrojó como resultado que las semillas de uva tienen una capacidad de captar radicales libres superior a la de la vitamina C. Ese mismo año otro estudio demostró que el efecto sinérgico que tienen estas dos sustancias cuando trabajan en llave es 10 veces más elevado que si se toman por separado.

Con toda esta evidencia en mano los laboratorios Ferrosan, en Dinamarca, decidieron añadir estos dos ingredientes a su complejo biomarino conocido mundialmente como Imedeen. El resultado es Time Perfection, un producto que cumple ahora dos funciones: la de mejorar la calidad y la estructura de la piel y la de protegerla de la acción dañina de los radicales libres. El producto fue lanzado el miércoles pasado en Colombia con la presencia de la dermatóloga Marianne Kieffer.

El Imedeen tradicional contiene un complejo biomarino cuya fórmula fue desarrollada por el laboratorio hace unos años. Estudios realizados por la doctora Kieffer en 144 mujeres danesas entre 35 y 50 años muestran que este suplemento alimenticio tiene un efecto positivo en las pieles que están envejeciendo. En la prueba fotográfica realizada antes y después del trabajo se pudo ver que el producto era bueno para contraatacar la pigmentación de la piel ocasionada por el daño de los rayos ultravioleta del sol, así como para recuperar las vasos capilares rotos. Con muestras de piel la investigadora observó, además, que después de 12 meses con Imedeen las mujeres tenían la epidermis (la capa superficial de la piel) y la dermis (la más profunda) en mejor estado, lo cual permitía que el agua se evaporara menos y, por lo tanto, que estuviera más humectada. En términos prácticos esto se traduce en una mayor flexibilidad del tejido y, por consiguiente, en la reducción de las líneas de expresión. "No causa el efecto de un estiramiento fácil por métodos quirúrgicos pero sí se ve y se siente una piel de mejor calidad", aclara la especialista.

A esta fórmula se le añadió lycophence GS, la asociación de licopeno y extracto de semillas de uva, para obtener además una acción antioxidante. Muchos de estos antioxidantes vienen en cremas pero la experta opina que lo mejor es tomarlos pues de esta manera se obtiene un mejor resultado. "Cuando lo usan en forma tópica se necesita una cantidad mayor. Además se oxida fácilmente y en tres meses puede perder su efecto", dice.

El lycophence garantiza que la función celular sea óptima y que se mantengan a raya los radicales libres, que son elementos que deterioran las células del organismo. "No quiere decir que la gente no vaya a envejecer sino que voy a poder retardar lo máximo ese momento", dijo la experta. Algunos estudios preliminares señalan que esta nueva fórmula de Imedeen funciona más rápido pues sus resultados pueden observarse tres meses después de haber empezado a tomarlo. También asegura que funciona en todo tipo de pieles, aunque los resultados son más dramáticos en aquellas secas.

La doctora Kieffer asegura que tomar Imedeen es sólo una parte del cuidado de la piel. Las mujeres y hombres desde muy pequeños deben protegerse de los rayos del sol con cremas bloqueadoras, tener una buena dieta y evitar el alcohol, el cigarrillo, el aire acondicionado y el estrés.