Mujeres

Regla natural

Una alternativa a la histerectomía, ya disponible en Colombia, normaliza el sangrado menstrual sin afectar el útero.

17 de noviembre de 2003

Cada mes la llegada de la menstruación se convierte en un dolor de cabeza para algunas mujeres. Claudia Muñoz, de 35 años, es una de ellas pues sufre de sangrados muy abundantes, lo cual, además de una gran incomodidad y dolor, le ha causado anemia crónica. Como ella, dos de cada 10 mujeres entre 15 y 55 años padecen sangrados anormales durante o después del período menstrual. En ambas situaciones la razón de la excesiva hemorragia son los fibromas y pólipos en el útero, inflamación del cuello uterino y alteraciones endocrinas o del endometrio. Este trastorno se conoce como metroragia. Según parámetros de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cuando una mujer tiene siete días de sangrado o utiliza seis toallas higiénicas al día o tiene un sangrado mayor de 80 mililitros debe consultar a un especialista.

Hasta hace poco la única solución era practicarse una histerectomía, un procedimiento mediante el cual se extrae la matriz. En efecto, 20 por ciento de las histerectomías que se realizan es por hemorragias intensas. Pero ahora existe una alternativa a la cirugía. Se trata de Thermachoice, un procedimiento ambulatorio que consiste en introducir un balón de silicona dentro del útero. Una vez allí, se infla, se llena de agua que luego se calienta a 87 grados centígrados. "El calor pasa a través de la pared del globo hacia el endometrio, que es el tejido que recubre el útero. Ese calor es tan intenso que quema hasta la capa basal", dice el médico Sergio Parra, del Hospital San José. En cuestión de 10 días el endometrio se desprende de manera natural y así los sangrados disminuyen.

Según Fernando Gómez, jefe de ginecología de la Clínica Marly, 30 por ciento de quienes se someten a este tratamiento no vuelven a menstruar, 50 por ciento lo hace de una manera escasa y 15 por ciento vuelve a tener un sangrado normal.

Este tratamiento dura ocho minutos, no genera incapacidad laboral y se realiza sin necesidad de incisiones, de la misma manera en que se toman las muestras de citología. Sin embargo en esta oportunidad es necesario aplicar anestesia local debido a que el procedimiento puede causar dolor.

La gran ventaja de esta alternativa es que puede ser la solución para aquellas pacientes en cuyos casos la cirugía está contraindicada como, por ejemplo, quienes sufren de falla renal. No obstante, como la técnica provoca una alteración de la fertilidad, lo ideal es que las candidatas para este procedimiento sean mujeres que ya hayan completado su familia.

Otra ventaja es que se preserva el útero, lo cual, de acuerdo con los expertos consultados, es importante para las relaciones sexuales debido a que en su parte inferior hay nervios que intervienen en la producción del orgasmo y "si se alteran pueden llevar a alteraciones en la vida sexual", dice el doctor Gómez. El único inconveniente es que el procedimiento fracase, lo cual sucede en 5 por ciento de los casos.

En Estados Unidos esta técnica se practica desde hace cinco años y a Colombia se introdujo este año como una alternativa más barata y altamente efectiva para corregir este tipo de problemas.