SIN TEMORES NI CALORES

El mito de la menopausia parece llegar a su fin. Los nuevos tratamientos hormonales permiten a la mujer atravesarla sin mayores problemas.

14 de enero de 1991

Hasta hace sólo unos años, la menopausia era el único tema del que las mujeres no hablaban. Ellas, tan locuaces en todo lo que se refiere a su vida reproductiva, la tenían prácticamente vetada en sus cotorreos. Y con razón: oleadas de calor, llantos inexplicables, barbillas peludas. ¿quien querría hablar de eso? Pero ahora todo ha cambiado. La menopausia ha perdido su carácter de estigma. Conscientes de que la mujer contemporánea pasa una tercera parte de su vida en la etapa post-menopáusica, esta fase de la vida femenina ha empezado a captar la atención de la comunidad médica y científica.

Con el avance en la expectativa de vida- que en los países occidentales se sitúa en los 75 años para la mujer la menopausia ha dejado de ser la dolorosa antesala de la senilidad. El mito ha caído y gracias a los nuevos tratamientos médicos, un gran número de mujeres pasa por esta transición sin los dolores, temores y calores que sufrieron sus madres

Según estimativos, en el año 2000 habrá en Colombia más de tres millones y medio de mujeres en edad del climaterio. "La sociedad propicia un cambio en la actitud para que la menopausia -que marca el final de la edad reproductiva- y el climaterio sean visto como un evento natural y la mujer disfrute en forma plena esa etapa de su vida", señala el doctor Jaime Urdinola, director del programa de asistencia y consulta médica para mujeres menopáusicas que existe en la Fundación Santa Fe de Bogotá. Lo cierto es que la mujer ha dejado de ver la menopausia como esa angustiosa experiencia que pintaban sus antecesoras. Una encuesta realizada al azar por los epidemiólogos Sonia y John McKinlay de la Universidad New England, entre 2.500 mujeres mayores de 45 años, el 75 por ciento de ellas se sienten aliviadas o indiferentes acerca de la menopausia. Solamente el tres por ciento la ve negativamente. "Para la mayoría de las mujeres esta ya no es de gran importancia", dice el doctor McKinlay.

No obstante, biológicamente, la menopausia es de gran importancia El descenso de la producción de hormonas femeninas estrógeno afecta cerca de 300 diferentes funciones del organismo. "Las principales complicaciones potenciales son la osteoporosis y la enfermedad cardiovascular. Estas pueden causar un impacto negativo y devastador sobre el bienestar de la mujer y su calidad de vida, siendo hasta cierto punto prevenibles", señala el doctor Jaime Urdinola, jefe del departamento de Ginecología de la Fundación Santa Fe.

Todo el período que rodea la menopausia, que puede abarcar 20 años, se llama climaterio. Durante esta etapa la hipófisis continúa enviando hormonas estimuladoras al ovario -gonadotrofinas-, éste va dejando de responder, disminuyendo la secreción de estrógenos y progesterona. Esta declinación hormonal usualmente aparece a los 45 años, pero mujeres de menor edad pueden padecer una instantánea menopausia, como resultado de la quimioterapia o de la extirpación quirúrgica de los ovarios. Cerca del uno por ciento de las mujeres sufren una menopausia precoz antes de los 40 años.

El déficit hormonal, tanto de estrógenos como de progesterona, es más severo en la postmenopausia. La lista de síntomas es encabezada por las notorias oleadas de calor, que según los estudios experimenta el 70 por ciento de las mujeres. También se presenta resequedad de la piel (que en la vagina, puede hacer dolorosas las relaciones sexuales), incontinencia e infecciones urinarias, agravamiento de la voz y aparición de pelo facial, deterioro de la percepción, pérdida de la libido, reducción de la memoria a corto plazo, cambios de humor, tristeza o depresión. En un pequeño porcentaje de mujeres, los niveles de estrógeno disminuyen lentamente. El organismo compensa la pérdida convirtiendo la hormona masculina -andrógenos (presente en todas las mujeres) en estrógeno. Y como la conversión tiene lugar en las células grasas, muchas mujeres- pero no todas- con sobrepeso están en ventaja. Quienes tienen el cuerpo de las madonas de Rubens, estarán probablemente menos dispuestas a presentar osteoporosis que las mujeres delgadas.

Para la mayoría de las mujeres menopáusicas, quienes tienen una más rapida declinación del estrógeno, varias clases de ayudas están disponibles. El más efectivo tratamiento es la terapia de remplazo hormonal, usualmente dada como un régimen de estrógeno y gestágenos. Los estudios muestran que el estrógeno puede reducir los síntomas de la menopausia y evitar el estrago de la osteoporosis. Otros estudios sugieren que la terapia de remplazo hormonal puede bajar a la mitad el riesgo de enferrmedad coronaria en la mujer; según las evidencias, la hormona juega un papel importante en la regulación de los niveles de colesterol.
La terapia hormonal es también el único tratamiento realmente efectivo para las oleadas de calor.

El 70 por ciento de las mujeres menopáusicas podrían beneficiarse de esta terapia con estrógenos, que debe iniciarse tan pronto ocurra la falla ovárica "Con base en estudios epideniológicos, se recomienda una duración mínima de cinco a 10 años, o hasta los 65 años, cuando la pérdida de calcio por parte del hueso no será debida al climaterio sino a la senectud. Aunque no ha sido probado aún, se cree que el efecto cardioprotector puede ser similar al osteoprotector, si el tratamiento se realiza durante este lapso", señala el doctor Urdinola. La historia clínica cuidadosa muestra los síntomas que pueden ser corregidos con el tratamiento de estrógenos, no sólo los conocidos, sino también otros asociados con la menopausia como los trastornos de sueño, algunos problemas sicológicos de desajuste emocional y la disfunción sexual. "Aunque a nivel mundial actualmente se reconocen los beneficios del tratamiento de sustitución con hormonas, en Colombia tan solo una minoría de mujeres tiene acceso o sigue este tipo de terapia, y la mayoría de aquellas que la utilizan, descontinúan el tratamiento pocos meses después de haberlo iniciado, perdiendo de esta manera los evidentes beneficios que se derivan a largo plazo", señala el especialista.

Como hoy la mujer pasa una tercera parte de su vida en la etapa
post-menopáusica, la comunidad científica ha empezado a ocuparse del tema.

Una de las principales causas por las cuales muchas mujeres menopáusicas no siguen una terapia hormonal es el temor al cáncer del seno. El tema ha sido reciente motivo de debate, debido a un estudio sueco realizado el año pasado, que encontró un incremento del riesgo de cáncer del seno en mujeres que seguían terapia hormonal. Sin embargo, muchos expertos señalan que el estudio no es concluyente. Aunque algunos casos de cáncer de seno podrían ser estimulados por el suplemento hormonal, los expertos no creen que la terapia inicie el desarrollo de nuevos tumores. Y algunos incluso señalan que el riesgo es insignificante en mujeres que toman la hormona por menos de 10 años. "No hay ninguna prueba científica de que las hormonas aumenten la incidencia de cáncer", señala el doctor Urdinola.

Pero si la terapia hormonal es buena, también es cierto que no es para todas. Mujeres que han tenido cáncer uterino o del seno, presentan problemas hepáticos o circulatorios, por ejemplo, no deberían tomar un suplemento hormonal. Pero aún para estas mujeres que no pueden tornar estrógenos, hay algunas nuevas alternativas. Recientemente, algunos investigadores reportaron en el New England Journal of Medicine que una droga -llamada etidronate- puede dramáticamente reducir la incidencia de fracturas por "compresión vertebral que resultan comúnmente de la osteoporosis. Hay también una gelatina u óvulos vaginales que no necesita prescripción médica -llamada Replens- que crea una película de humectante en la vagina para aliviar la resequedad.

Pero quizás la medida más importante para prevenir los estragos de la menopausia en el organismo son la dieta y el ejercicio. "La cantidad de calcio que se incorpore a los huesos antes de que llegue la menopausia es un factor importante en la prevención de la osteoporosis señala el especialista y esto se logra mediante el ejercicio, que ayuda a solidificar los huesos y el aumento en la ingestión de calcio en la dieta" .

En el año 2000 habrá en Colombia más de tres millones y medio de mujeres mayores de 49 años cuya salud depende de lo que hagan ahora.

De la preparación pre-menopáusica depende en gran parte la salud post-menopáusica. La idea es que toda mujer debería, a los 35 años, hacerse una evaluación médica que incluya citología y mamografía, protección para enfermedad cardiovascular e instrucción sobre el autoexamen del cáncer del seno. "La visión moderna considera que todas las mujeres que atraviesan la menopausia deberían someterse a un tratamiento preventivo, en lo posible con hormonas. Aquellas a quienes se les ha extirpado la matriz, no necesitan progesterona pero sí el estrógeno", señala el doctor Urdinola. Además, ya existe en el país un examen que permite valorar la densidad de los huesos y por consiguiente detectar en la pre-menopausia las pacientes con alto riesgo de presentar fracturas por osteoporosis.

Aunque la transición de la pre-menopausia a la post-menopausia está recibiendo seria atención médica, los expertos sostienen que inevitablemente el sentimiento de una mujer hacia la menopausia influye cómo la experimentará. Las oleadas de calor y los otros molestos cambios físicos son absolutamente reales y los síntomas del inicio de la vejez no son propiamente causa de regocijo. Pero lo cierto es que la mujer de mediana edad en los 90 no tiene ni el tiempo ni la inclinación a dejarse abatir por la menopausia. Afortunadamente no todas padecen todos los trastornos que la caracterizan y aproximadamente un 30 por ciento atraviesa esta etapa sin mayores problemas, pero la deficiencia de estrógenos necesita ayuda. Y existen los suplementos hormonales que atenúan los síntomas y que permiten pasar por este período sin mayores sofocos y angustias.~