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Viagra infantil

El Sildenafil ha resultado ser una buena medicina para niños que tienen hipertensión pulmonar.

8 de diciembre de 2003

Es casi imposible no asociar el nombre de Viagra a la idea de potencia sexual. Pero lo cierto es que este medicamento también está ayudando a mejorar la calidad de vida de muchos niños que sufren de una condición conocida como hipertensión pulmonar primaria. Esta enfermedad se presenta cuando la presión pulmonar aumenta por encima de lo normal. Cuando esto sucede el ventrículo derecho del corazón trabaja a marchas forzadas. Este esfuerzo adicional inicialmente hace que el ventrículo se dilate y que con el tiempo falle, causando la muerte del paciente.

Es el caso de Nicolás, un niño de 9 años que se cansaba con solo caminar una cuadra. "Pensábamos que era un caprichoso", dice Martha, la madre del pequeño. El diagnóstico de la hipertensión pulmonar llegó y con él la mala noticia de que no había tratamiento para esta enfermedad. En efecto, para estos casos la única recomendación es darles oxígeno y, en el caso de niños que viven en ciudades altas como Bogotá, la mejor alternativa es llevarlos a vivir a una ciudad de menor altitud y por ese motivo Nicolás se fue con su padre a vivir a Girardot.

Guillermo Palacio, cardiólogo pediatra de Colsubsidio y de la Fundación Cardioinfantil, sabía que los pediatras del Children's Hospital de Boston de la Universidad de Harvard le daban Viagra a este tipo de pacientes. El Viagra funciona en estos casos porque su molécula, el Sildenafil, se convierte en óxido nítrico después de todos los procesos metabólicos y esta sustancia tiene capacidad para abrir las arterias del corazón, lo cual provoca a su vez un descenso en la presión pulmonar con lo cual es más fácil que el ventrículo bombee sangre. Cuando Nicolás llegó a su consultorio le ofreció esta alternativa a sus padres pero había una gran resistencia a usarlo. No era fácil convencerlos de darle a su hijo de 9 años el medicamento estrella para provocar erecciones a hombres mayores de 40 años. A pesar de los temores aceptaron y en pocos días la mejoría fue notoria. "El niño empezó a jugar fútbol, a ir a piscina, a subir escaleras", dice Martha. Todo esto lo puede hacer sin necesidad de usar oxígeno.

Como Nicolás otros cinco niños en el país están tomando Viagra para mejorar su calidad de vida. No obstante, hay muchos más que no reciben este tipo de beneficio debido a los prejuicios de sus padres o a que sus médicos no conocen los alcances del Sildenafil y no lo recetan. También está el problema económico. Una pastilla de estas cuesta más de 30.000 pesos y un niño puede requerir de dos dosis por día. Para el estudio del doctor Palacio, la compañía Pfizer está suministrando en forma gratuita el medicamento.

No hay mucha literatura médica sobre Viagra en niños pero los médicos que lo ofrecen han reportado que, como todos los medicamentos, funciona muy bien en algunos de estos pacientes. Además, no genera efectos secundarios mayores. "Los niños pueden tener erecciones y las niñas flujos vaginales pero esto no representa un problema de sexualidad a futuro. Sólo es necesario explicarles lo que está pasando", dice Palacio

Lo que se busca es que los médicos conozcan esta alternativa y que los padres sepan que no es una amenaza contra la salud de los pequeños. Todo lo contrario. La famosa pastilla azul en estos casos es la oportunidad que tienen estos niños para prolongar su expectativa de vida y de gozarla como toca.