¿YERBA OUT, COCA IN?

Estadísticas demuestran que el consumo de marihuana baja y el de cocaína sube

30 de marzo de 1987

En estos días de extradiciones, conceptos de la Corte Suprema de Justicia, debates públicos y privados sobre la "problemática" de la droga, pero sobre todo, de asesinatos cometidos presumiblemente en conexión con el reprobable tráfico, se han ventilado muchas teorías, que van desde la conveniencia de legalizar el comercio de estimulantes hasta la pena de muerte para los traficantes.
Pero una cosa parece llamar la unanimidad de todos los observadores: mientras exista consumo, y por lo tanto un mercado, habrá quién lo abastezca de una u otra forma.

Mientras el gobierno norteamericano ejerce una fuerte presión sobre los países productores para que se reprima a sangre y fuego el tráfico de drogas, con una respuesta plausible, sobre todo en Colombia donde el costo en terminos materiales y de vidas humanas ha sido considerable, las campañas internas contra el uso de drogas en los Estados Unidos no parecen tener los resultados que se desean.

Las tendencias en el mercado de los estupefacientes parecen responder más a la moda que a la presión de las autoridades. Un estudio del Instituto de Investigación Social de la Universidad de Michigan, publicado en dias pasados por el New York Times, revela que si bien el uso de marihuana entre los estudiantes de High School (bachillerato) ha declinado en 1986, el uso de cocaína, particularmente fumada, se ha incrementado en términos de la franja de usuarios que la consumen con mayor frecuencia. En efecto, la introducción del famoso crack, una forma parecida al "basuco" que hiciera su irrupción en Colombia hace unos años, ha tenido efectos demoledores en la población estudiantil norteamericana.

De los 15.200 estudiantes que tomaron parte en la muestra, 16.9 por ciento dijeron haber consumido cocaína al menos una vez en la vida, 12.7 por ciento que la habían usado en el año anterior y 6.2 por ciento en los últimos treinta días. (Ver cuadro).

El grupo de los usuarios cotidianos se dobló entre 1983 y 1986 de 0.2 a 0.4 por ciento y el número de los estudiantes que dijeron no poder parar de hacerlo, subió de 0.4 en 1983 a 0.8 por ciento en 1986. Entre tanto, la proporción de estudiantes que fumó la cocaina, subio de 2.5 por ciento en 1983 a 6 por ciento en 1986. Se trata del primer estudio sobre el uso del crack y reveló que el 4.1 por ciento de los estudiantes de último año lo habían probado alguna vez.

Las campañas están en funcionamiento y el gobierno norteamericano enfila todas sus baterias contra el consumo de drogas. Pero todo parece indicar que se requiere algún cambio en la estrategia del combate. --