Adiós al maestro Rayo

Ómar Rayo nació el 20 de enero de 1928 en Roldanillo, un pequeño municipio localizado al norte del departamento y donde viven cerca de 45.000 personas.

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Rayo es considerado una de las figuras más trascendentales del arte colombiano y latinoamericano del siglo XX, no sólo por la calidad de su obra, sino por la labor que ejerció como promotor de la plástica y la literatura.

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Tras continuos estudios tanto en Colombia como en el exterior, logra reconocimiento no sólo como caricaturista, escultor o pintor de tendencias como el Bejuquismo, sino que además desarrolla la técnica del Intaglio (grabado artístico de una imagen).

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Su embrujo artístico corrió por cuenta de las figuras geométricas coloridas, en blanco y negro, grabadas o esculpidas que llenaron de alegría salas nacionales, Estados Unidos y Europa.

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Su vida fue una exposición de pasiones y contrastes. La pasión que desbordaba por la neoyorquina Águeda Pizarro, su esposa; su hija Sara (en la imagen) y su nieto Mateo; ellos también fueron fuente de inspiración artística.

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Se ganó todos los premios, todos los honores y todos los reconocimientos, pero pese a esa riqueza artística e intelectual, cada año sufrió la amenaza de tener que cerrar las puertas de lo que para él era su mayor creación: El Museo Rayo de Roldanillo.

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No guardó calificativos para describir la precaria situación económica de su obra mayor y recriminó continuamente la falta de apoyo estatal. Una de sus más recientes frases al respecto fue "El arte en Colombia se está muriendo".

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Pese a esa falta de apoyo estatal, el Museo Rayo es un verdadero semillero artístico. Ha graduado a decenas de pintores que replican su inspiración apoyados por el sello de Rayo.

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Además, el Museo Rayo es el gestor y promotor de uno de los eventos más importantes del país conocido como El Encuentro de Poetas Colombianas, que cumplirá 26 años de convocatorias.

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Sumado a ello, desde hace 36 años Rayo era el promotor de otra actividad considerada el verdadero semillero artístico de la región: El Concurso de Dibujo Infantil, que consiste en una convocatoria de cientos de niños de todas las edades cuya única obligación es pintar.

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Concurso de Dibujo Infantil.

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La historia del Museo Rayo inició en 1973 cuando el artista ganó la Bienal de Sao Paulo y como reconocimiento a ese logro el municipio de Roldanillo decidió donarle un lote de terreno de 4.800 metros cuadrados.

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De inmediato Rayo concibió en ese predio la idea de construir un museo de dibujo y grabado latinoamericano con el apoyo de su amigo el arquitecto mexicano, Leopoldo Gout.

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La construcción misma del museo es todo un enigma cargada de simbología. Está compuesto por ocho módulos en forma de ele inspirados en la cultura Maya. La obra se desarrolló en 1981 y fue inaugurado el mismo día del cumpleaños de Rayo.

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El museo contiene tres salas de exposición, una biblioteca, talleres y un auditorio al aire libre, donde además se llevan a cabo múltiples expresiones culturales como danzas, recitales y conferencias, entre otras. En la imagen aparece una de las muestras de salsa donde participa su hija Sara Rayo.

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Gracias a la variedad artística, la fundación Museo Rayo adquirió la vocación de ir más allá de la exhibición y conservación de las obras de arte, por la investigación, divulgación y enseñanza de técnicas artísticas.

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Pese a que se construyó en un pueblo con poca tradición artística y serios problemas de orden público que durante varias décadas minaron la confianza de los visitantes, por las salas del Museo Rayo se exhibieron colecciones de la talla de Picasso, Luis López Loza y Arnaldo Cohen, entre otros.

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El Museo Rayo ya suma un total de 850 exposiciones y logró el mayor anhelo de su creador: "Poner a Roldanillo en el mapa artístico del mundo".

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Entre sus obras escultóricas se puede apreciar la realización metálica de ocho metros instalada en 1996, en la ciudad de Cali y otra levantada un años después en la ciudad de Sevilla, Valle.

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