¿BYE-BYE PANDAS?

A pesar de los esfuerzos para evitarlo, esta especie de osos parecería empeñada en desaparecer del planeta

4 de mayo de 1987

"Que no panda el cúnico", la frase acuñada por un conocido humorista mexicano, podría ser perfectamente el lema de una campaña encaminada a evitar un descalabro ecológico. Se trata del peligro de extinción definitiva del planeta de los ositos panda, perspectiva por la que está cundiendo el pánico en el gobierno chino y entre los científicos internacionales.
Pocos animales de su tamaño representan un reto tan grande para aquellos empeñados en su preservación. Porque los panda son exigentes gourmets, inusualmente sensibles a la intrusión humana y quisquillosos en materia de reproducción.
DIETA DE BAMBU
Los primeros esfuerzos para evitar su extinción se han concentrado en medidas para proteger su hábitat, que son los montañosos bosques de bambú. De acuerdo con los últimos censos, quedan menos de 700 osos pandas salvajes en la provincia de Sichuan, al borde oriental de la plataforma tibetana de China. Más de 100 sobreviven en cautiverio en zoológicos del mundo y en reservas naturales especiales. Pero la población de osos panda declinó en cerca de 200 durante la última década. Muchas colonias de panda han desaparecido de manera masiva, y muchas otras se han visto reducidas a menos de 20 ejemplares, un número demasiado pequeño para garantizar su supervivencia.
Los osos panda son especialmente exigentes con su medio ambiente. A medida que los árboles de bambú son talados, los panda buscan nuevos hábitat, así les signifique abandonar un abastecimiento todavía hermoso y abundante de su principal manjar, el bambú. Fotografías de satélite del medio ambiente de los panda realizadas durante la última década, demuestran que existe una correlación entre la tala de los bosques de bambú y la partida de los panda. El encogimiento de su hábitat ha determinado como consecuencia, que los panda se reduzcan a pequeñas manadas separadas por peladeros forestales, la mayoría de ellas con menos de 20 ejemplares.
Esta circunstancia hace especialmente riesgosa su supervivencia, porque determina que los osos de la reducida manada sean particularmente vulnerables a los accidentes demográficos. Cuando es tan bajo el número de animales en una determinada colonia, son especialmente indefensos ante los hechos fortuitos. Una completa nueva generación, por ejemplo, puede resultar compuesta solamente por machos o hembras.
Si además, los panda no pueden emigrar libremente, los riesgos por eventos ecológicos como la periódica muerte del bambú, también los afecta de manera significativa. Alrededor de cada 40 años, las plantas de bambú florecen y mueren. Les toma un año regenerar a partir de la semilla y cerca de diez, volver a convertirse en alimento de una comunidad de panda.
Los científicos aseguran que la única esperanza de los panda es la naturaleza. Y en ese sentido, los chinos están intentando en la actualidad, juntar pedazos contiguos de bosques de bambú para ayudar a ensanchar el hábitat de sus mermadas colonias.
INVITACION AL AMOR
Las estrategias de preservación también incluyen investigaciones sobre la forma de incentivar el apareamiento de los panda en cautiverio. Pero hasta el momento, la experiencia ha sido frustrante.
Parte del problema descansa en la naturaleza de los panda. Son criaturas solitarias. Una hembra entra en calor por sólo dos o tres días cada año. Y no es siempre seguro que el macho vaya a responder.
A pesar de que los zoológicos registren algún éxito en el campo de la inseminación artificial, han tenido grandes dificultades en identificar los signos hormonales de la ovulación y, por consiguiente, no tienen seguridad sobre la época en la que es conveniente realizar el procedimiento.
Luego de su concepción y nacimiento, la supervivencia de un panda es todavía problemática. En el momento de nacer, un cachorro panda pesa menos de cinco onzas, y muchos no viven para convertirse en adultos de 100 kilos. De 51 panda nacidos entre 1963 y 1983 en el zoológico de Beijing, sólo 19 vivieron durante más de dos meses, una tasa de supervivencia inferiorísima a la de otras especies criadas en zoológico.
En un esfuerzo por ayudar a los panda en su apareamiento, los científicos han llegado inciuso a diseñar ambientes que de cierta manera "ayuden al amor" y faciliten los encuentros sexuales. Los llaman pandaminuims. Y se basan en rampas que conducen a bosques idílicos, sobre las cuales las hembras en celo pueden pasearse con la intención de llamar la atención de los machos disponibles para un affaire.
Si todo esto falla, el diagnóstico es sencillo. Los osos panda se extinguirán antes de que comience el próximo siglo, según aseguran los científicos que se han ocupado del tema.