EL "INSECTO-SAURIO"

El descubrimiento en Canadá del insecto más antiguo del mundo podría cambiar la historia de la vida en la Tierra.

19 de diciembre de 1988


Hace más de 390 millones de años, un pequeño insecto del tamaño de una pulga grande perdió el rumbo y fue a dar de cabeza contra un charco de barro. Con el paso del tiempo, el barro se solidificó y con él el animalito, que pasó a la categoría de fósil. Muchísimos años más tarde, el pequeño insecto logró, por fin, dejar el anonimato al ser descubierto por arqueólogos en la costa occidental del Canada, con lo que se convirtió en el animal evolucionado más antiguo de que se tenga noticia.

La importancia del descubrimiento hecho por el científico Conrad Labandeira es que demostró que en esa época remota ya los insectos llevaban millones de años de evolución. Si eso es así, deberán reescribirse muchas de las bases de la paleobiología, pues la aparición de los animales no marinos debió ocurrir en una era geológica anterior a la que se pensaba. Esa época, según el investigador, pudo ser el periodo Siluriano, entre 408 y 421 millones de años atrás.

Lo mejor del descubrimiento es que, por una increible concatenación de circunstancias, el insecto se pudo mantener casi compleot. Por primera vez los investigadores tuvieron a su disposición toda la cabeza, parte del torax, una pata y muchos detalles que hacen el sueño de un paleontólogo. "Es exquisito", declaró Labandeira a The New York Times. "Podemos decir que tenía grandes ojos compuestos de muchas facetas; casi el 70% de la cabeza se preservó, incluso partes de la boca. Se puede ver el arranque de las antenas, los huecos donde hubo pelo, hasta las proyecciones del interior del cráneo donde estuvieron los músculos. "

Se trata, en opinión de los científicos, de un organismo altamente evolucionado y de un antecesor muy cercano de muchos insectos actuales. Los investigadores quedaron perplejos, pues no estaba en ninguna de sus cuentas la aparición del pequeño insecto. El animal más antiguo jamás encontrado era un hexápodo descubierto en Escocia, cuya edad ha sido calculada en 405 millones de años, pero que tiene un grado de evolución mucho menor. El insecto canadiense, que viajó casi incólume a través de millones de años con su mensaje biológico, se ganó un puesto de honor en los libros de biología.