Y LOS SUECOS AHI

Cuando la em-presa sueca de teléfonos Ericsson llegó a Colombia en agosto de 1896 una llamada entre Bogotá y Chapinero era todo un acontecimiento. Hoy, gracias a la tecnología de punta que produce y distribuye esta multinacional, una teleconferencia entre las ciudades de Tokio y Bogotá es cosa rutinaria. De esta manera se podría resumir la evolución de este gigante de las telecomunicaciones a lo largo de un siglo de presencia en el país, que luego de venderle a la Empresa de Teléfonos de Colombia (hoy Empresa de Telecomunicaciones de Bogotá) 50 teléfonos tipo 1 actualmente tiene funcionando en territorio colombiano 2.200.000 líneas. Y aunque estas cifras ya de por sí son un indicador del progreso de esta compañía en Colombia, quizás lo que mejor habla de ella es la fe ciega con la que le han apostado al país a pesar de los reveses que ha tenido que afrontar en el pasado. A mediados de la década pasada esta empresa, presionada por la falta de garantías oficiales, tuvo que cerrar su fábrica en el país, y su planta de empleados bajó de más de 1.000 a tan sólo 160 en 1991. Afortunadamente, eso ya es historia, pues al celebrar su centenario en Colombia, sus trabajadores en la distintas áreas superan los 400 entre operarios, ingenieros e investigadores. De ellos el 99 por ciento son colombianos que permanentemente son entrenados y capacitados en países tan diversos como Suecia, China y Argentina, entre otros. Con este personal, su novedosa tecnología y un eficiente servicio de soporte técnico y atención al cliente, Ericsson participa de una manera muy significativa en el desarrollo de las comunicaciones en Colombia. Pues no sólo se hapreocupado por mantener el excelente nivel de sus productos tradicionales sino que además ha traído al mercado nacional sus últimos adelantos en materia de redes inteligentes para telecomunicaciones, fibra óptica, redes digitales de servicios integrados y comunicación celular, lo mismo que poderosos medios para el manejo y transporte de señales de voz, datos, imágenes y textos tanto en empresas estatales como privadas. Porque si bien desde un comienzo el vínculo de la Ericsson con el mercado nacional se ha establecido por intermedio de empresas públicas de distintas ciudades, los negocios con firmas particulares no han sido menos importantes. La misma marca Ericsson de los teléfonos domésticos de hace algunos años, se encuentra hoy también en armarios telefónicos de muchas ciudades, en los conmutadores de numerosas compañías y en los pequeños celulares que tantos colombianos y colombianas cargan en sus bolsillos o carteras. Sin embargo, a pesar de sus grandes aportes tecnológicos en 114 países, para la Ericsson "lo importante es la comunicación entre la gente", tal como lo predica su presidente mundial, Lars Ramqvist.