12,5 millones de colombianos se conectan entre sí mediante Messenger y 10,2 millones a través de Facebook.

REDES SOCIALES

Para algo han de servir

Se puede hacer algo mejor en las redes sociales que poner la foto de la última fiesta.

Álvaro Montes
7 de agosto de 2010

Es un error frecuente pensar en Facebook cuando se habla de redes sociales. Esta no es ni la primera, ni la última, ni la más interesante. Es la más popular y la que ha gozado del favor de los medios, pero en el campo de las redes sociales el asunto va mucho más allá.

Lo primero por decir es que la teoría de redes existe desde hace muchas décadas y si se desea una comprensión del fenómeno de las redes sociales virtuales hay que vérselas con la ley de Metcalfe, la teoría de grafos, el número Erdös y otros asuntos oscuros que poco emocionan al entusiasta usuario promedio de Facebook, quien solo desea un lugar en donde invitar a asesinar a alguien. Muchos de estos conceptos son apenas entretenimientos matemáticos, como el popular ‘número Bacon’, que establece la cantidad de relaciones que conectan a la mayoría de actores de la industria cinematográfica norteamericana con Kevin Bacon. El promedio es seis; igual que el número Erdös y la teoría de los seis grados de separación, entre otras aproximaciones, las cuales pretenden demostrar que todos los seres humanos estamos conectados mediante una red de relaciones no mayor a seis vectores y que –ya lo sabían nuestros abuelos– el mundo es pequeño. Las redes sociales virtuales tratan de hacer realidad tales ecuaciones.

Pero no se limitan a Facebook, creada en 2004. Classmates existe desde 1995 y Yahoo Groups desde 2003. Entre las redes de contactos existen Orkut (en Brasil es la más popular), Friendster (la número uno en Asia), Hi5 (la de mayor popularidad en Perú), Linkara, MySpace, Windows Live Spaces, Sonico, Bebo y una larga lista de rivales de Facebook. En China y Rusia las redes más populares son completamente desconocidas por acá: Kontakte y QQ. Hay redes que sirven para algo, como Xing, Linkedin, Ryze o Plaxo, en las que se establecen contactos profesionales y se generan ofertas y servicios serios. Y hay redes llamadas ‘verticales’ o temáticas, en donde se lleva a cabo una verdadera gestión de conocimiento especializado, como change.org, para activismo social, o como ideas4all, una red de innovación, o como Sermo, una red social de médicos y científicos de la salud. Las redes centradas en contenido compartido, como Flickr, Last.fm, Blip.fm, YouTube, Vimeo, Metacafe o Slideshare, basan su riqueza y sentido en intercambiar libremente lo que antes estaba restringido, y sus usuarios ponen allí cosas de valor: música, videos, imágenes, presentaciones profesionales y conocimientos. Entre lo más novedoso allí vale la pena mencionar a Calameo, que permite crear revistas virtuales, de apariencia muy moderna, y Dipity, que permite crear líneas del tiempo, que pueden ser utilizadas en educación, periodismo y otras actividades altruistas.

Twitter está de moda, pero existen alternativas de ‘microblogging’, como Jaiku, Plurk o Pownce. El mapa de las redes es, pues, mucho más rico que lo que se ha publicado en los medios.

En Facebook se pueden crear grupos más interesantes que ‘Odio a los mosquitos’, y en Twitter se pueden escribir cosas más emocionantes que “saliendo para cine”. Candidatos, artistas, activistas y otros personajes lo saben bien y tratan de aprovechar la popularidad de estas redes para hacer algo útil con ellas.

El mismo Biz Stone, desarrollador de Twitter, ha hablado sobre lo sorprendido que se siente al ver usos sociales edificantes de Twitter: periodistas amenazados que salvaron su vida gracias a un tweet enviado a tiempo; activistas sociales que se enlazan mediante este sistema; ayuda en situaciones de emergencia obtenida mediante mensajes enviados desde un teléfono móvil. Twitter ha salvado vidas. Y como prueba de que los colombianos también hacen cosas interesantes en las redes sociales, el grupo colombiano de Facebook más grande es ‘Por la paz, la reconciliación y el entendimiento entre Colombia y Venezuela’, con 1.032.000 miembros.