SIN TOMADURAS DE PELO

Por fin, una droga ofrece esperanzas a la tortura de los calvos.

20 de abril de 1987


"Calvo vendrá, que calvo vengará", dice el dicho. Pero los calvos del mundo ya no tendrán que esperar más a que algún día venga un calvo que los vengue. Esa venganza va a correr por cuenta del minoxidil, una droga originalmente desarrollada para tratar la tensión alta, que demostró ser mucho más que eso: la aguardada panacea de los calvos.

Por primera vez en la historia, la Administración de Alimentos y Drogas de los EE.UU. (una especie de Gestapo de los medicamentos) aceptó la existencia de un remedio contra la calvicie. Saldrá dentro de un año al mercado bajo el nombre de Rogaine, y el reconocimiento de su efectividad está basado en estudios clínicos realizados sobre 1.833 calvos, durante un año entero de estrecha observación.

Nace un pelo
La semana pasada se realizó su espectacular lanzamiento. Durante una rueda de prensa a la que asistieron 40 analistas financieros y un número suficiente de científicos, corredores de bolsa y periodistas (tan calvos como para estar allí no precisamente por un interés profesional), siete cámaras de televisión registraron para la posterioridad la presentación en sociedad del Rogaine. Un panel científico avaló el medicamento, no sin ciertas discrepancias sobre el margen de su efectividad. Sus cinco miembros aceptaron que el Rogaine hacía crecer el pelo, aunque admitieron que la cantidad era incierta.

Dos de los científicos calificaron de "moderado" el efecto de la droga. Otros dos afirmaron que su potencial era mínimo. Y un quinto científico, el más optimista de todos, aseguró que el Rogaine tenía un "efecto significativo" como agente de crecimiento capilar.

Las estadísticas obtenidas a través de los cuidadosos estudios realizado con el medicamento parecen, sin embargo, alentadoras. Un 40% de aquellos que completaron el año de tratamiento obtuvo un "crecimiento de cabello terminal entre moderado denso". Por cabello terminal se entiende el pelo grueso y pigmentado, en contraposición a uno delgado y poco pigmentado (desarrollado por casi el otro 60% de pacientes), que podría catalogarse como vello o pelusa.

El estudio demostró que los jóvenes tienen más posibilidades de beneficiarse con el tratamiento que la gente de edad. Un 26% de aquellos entre los 40 y los 49 años, registró un crecimiento del cabello entre moderado y denso, luego de un año de tratamiento. En contraste, un 54% de aquellos menores de 30 años; un 45% entre 31 y 34, y un 41% entre los 35 y los 39 años, lograron un éxito semejante.

El tiempo que ha transcurrido desde el nacimiento de la calvicie también es un factor importante. Los que han sido calvos entre 16 y 20 años desarrollaron nuevo pelo en un cuarto de los casos, mientras un 50% de aquellos que tenían calvicies menores de cinco años resultó beneficiado por el tratamiento.

Finalmente, el área de la calvicie es también un factor: entre más grande "el claro", menores las posibilidades de desarrollar nuevo cabello.

El tratamiento exige la aplicación del Rogaine, en su forma líquida, dos veces al día, y se anuncia que en los EE.UU. podrá adquirirse, bajo prescripción médica, por un valor aproximado de 50 dólares el tratamiento mensual. Pero a los 30 millones de hombres calvos que se calcula que existen en los EE.UU. y a las 20 millones de calvas norteamericanas la FDA les hace una advertencia: el tratamiento exige rigurosamente que la droga se aplique dos veces diarias sobre el cuero cabelludo durante el resto de la vida. Si sale pelo nuevo y el tratamiento llega a suspenderse, éste se caerá de inmediato.

Entre los 2.326 voluntarios que experimentaron el medicamento, se produjeron nueve muertes. Pero por fortuna, el gobierno norteamericano certificó que ninguna de ellas se produjo como efecto del Rogaine. Y en cambio fueron tan espectaculares los rumores sobre su electividad, que aun antes de que estos se confirmaran, pastillas trituradoras y diluidas de minoxidil comenzaron a venderse en el "mercado negro".

Uno de estos países fue Colombia, donde desde hace varios meses es posible comprar tratamientos complejos de minoxidil por un valor de 17 mil pesos un tercio de frasco, bajo el nombre de Lonitén.

Todavía continúa siendo un misterio por qué esta droga en particular estimula el crecimiento del cabello. Se dice que porque dilata los vasos capilares del cuero cabelludo, pero muchas otras drogas logran el mismo efecto sin hacer crecer el pelo. También continúa siendo una incógnita la razón de que el Rogaine sólo parece funcionar en el centro de la cabeza, pero no en las cercanías de la frente.

Sin embargo, son pocos los calvos que están dispuestos a esperar para averiguarlo. La mayoría de ellos prefiere comenzar el tratamiento cuanto antes, frente a la evidencia de que por primera vez en la historia la panacea contra la calvicie no es una tomadura de pelo. A favor del medicamento está la circunstancia de que quienes se apunten al tratamiento, jamás podrán saber si habrían sido más calvos sin aplicarse el remedio.

Y si además, como se ha confirmado, cada día que pasa hay menos posibilidades de que una calvicie eche reversa, no hay nada más que aguardar. A frotarse Rogaine en el cuero cabelludo durante el resto de la vida. Y esa es una decisión para la que no se requieren más que dos dedos de frente.