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Las guerras de Antioquia y sus gobernantes

Se podría decir que el departamento de Antioquia vive tres guerras diferentes. La primera se desarrolla en el Valle del Aburra, ‘La Oficina’ se encuentra en una guerra interna. La segunda guerra se vive en el norte de Antioquia, en Ituango y sus alrededores. Allí dos grupos pos-Farc y Grupos Armados Organizados se disputan metro a metro el control de esas zonas.

Ariel Ávila, Ariel Ávila
20 de septiembre de 2018

Ituango podría ser el segundo Tumaco: en lo que va del año 2018, se han cometido más homicidios que sumando los años 2015,2016 y 2017. La siguiente gráfica así lo muestra:

La tercera guerra se desarrolla en el Bajo Cauca antioqueño, allí ha explotado una guerra entre el Clan del Golfo, Los Caparrapos, que antes trabajaban para el clan, y una serie de ejércitos del narcotráfico. Es una guerra de todos contra todos, en la cual, las alianzas duran apenas unas horas. Tal vez los mejores ejemplos sean Caucasia y Cáceres. A continuación se ven las dinámicas del homicidio.

En Cáceres la situación es complicada, aumentó el homicidio en un 300 por ciento, tal como se ve en la siguiente gráfica.

En medio del desastre de la seguridad en Antioquia, llama la atención el silencio y la mirada selectiva de las autoridades. Por un lado, el alcalde de Medellín, parece que vive en otro mundo, pero tiene un gran equipo de comunicación, a pesar de que su secretario de Seguridad fue capturado por supuestas relaciones con un sector de La Oficina, la imagen del alcalde a nivel país es que  es el mejor en la lucha contra el crimen organizado. También, aunque se ha comprobado la participación en política de varios de sus funcionarios e instituciones, tiene fama que lucha contra la corrupción.

Por los lados de la Gobernación la situación es similar. El gobernador de Antioquia ha optado por una estrategia bastante popular, pero de mirada selectiva: solo habla de los grupos pos-Farc, que ciertamente son un gran problema, con Cabuyo, Ramírez y Diomedes. Pero no habla de la guerra entre Caparrapos, Clan del Golfo y algunos ejércitos del narcotráfico. Tampoco habla de la guerra que hay en el Bajo Cauca. Son decenas de muertos, centenares de desplazados, la extorsión está disparada y el gobernador como si nada.

No resultaba claro el porqué, pero todo parece indicar que se trata de viejas amistades. En la zona del Bajo Cauca, el gran patrón, el jefe del narcotráfico era Jhon Bayron Piedrahita, hombre cercano al gobernador Luis Pérez. Aunque, este último dijo que no había ninguna cercanía y que solo lo conoció en un almuerzo con otras personas. En todo caso con su captura y extradición fue uno de los motores de esta guerra que ya azota la región por más de un año.

Es tanta la cooptación institucional en el Bajo Cauca que en Cáceres su alcalde fue capturado por recibir apoyo del Clan del Golfo, al igual que algunos concejales. En los demás municipios de la subregión hay situaciones similares. Muchos de estos alcaldes apoyaron a Luis Pérez a la Gobernación, así como a senadores y representantes a la Cámara, varios de ellos envueltos en escándalos de corrupción como el caso de Julián Bedoya.

Antioquia, también, es una de las zonas donde más se han victimizado a los líderes sociales, decenas de ellos han sido asesinados en los últimos meses, y las investigaciones nada que avanzan. Por ejemplo los cuatro líderes sociales asesinados, reclamantes de tierra, en la región del Urabá están en la total impunidad.

Al igual que en el pasado, los Caparrapos, el Clan del Golfo y los carteles del narcotráfico están acomodándose políticamente para las elecciones locales y regionales del 2019, apoyarán candidatos a alcaldes, gobernadores, concejales y diputados. Todos los que se opongan serán asesinados. A este ritmo la matazón de líderes sociales el próximo año, meses antes de elecciones, será terrible.

Pero para tranquilidad de los colombianos, no se preocupen, tanto Luis Pérez como Federico Gutiérrez han dicho en varias reuniones que quieren ser presidentes y que en 2022 competirán. Seguramente quieren llevar sus modelos de seguridad en lo local y regional a lo nacional.

 

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