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El desenroque

La historia del Grupo Empresarial Antioqueño comenzó al descruzar la propiedad accionaria de las numerosas compañías del Sindicato Antioqueño.

16 de mayo de 2015

El Grupo Empresarial An-tioqueño (GEA), es decir, la nueva estructura que adoptó el sindicato paisa, comenzó a tomar forma y a consolidarse en el siglo XXI. Este modelo de colectivo empresarial –reconocido nacional e internacionalmente– lleva escasos 15 años.

Hay que anotar, sin embargo, que desde finales de los años noventa los dirigentes de estas compañías habían comenzado a delinear un nuevo rumbo para el grupo empresarial. Los motivaba principalmente la apertura económica que despertó el interés de los inversionistas extranjeros. Pero, dada la estructura tan particular de propiedad cruzada (lo que se llamó enroque) era muy difícil propiciar la llegada de capital foráneo a las compañías. Ese enroque, que dio origen al llamado Sindicato Antioqueño, había surgido precisamente como mecanismo de defensa de la propiedad de las empresas antioqueñas, que eran objeto de intento de tomas hostiles de especuladores e inversionistas externos.

Una vez se calmaron las aguas y llegó la apertura, los dirigentes entendieron que las cosas habían cambiado y que era hora de comenzar a descruzar la propiedad. El proceso fue lento por las dificultades de tipo fiscal, operativo y accionario.

La estrategia era salir de las inversiones que no enfocaran en tres ejes de negocios: alimentos, cemento y financiero, incluido seguros. Bajo el nuevo modelo organizativo se conformaron los tres holdings que hoy se conocen respectivamente como Grupo Nutresa, Grupo Argos y Grupo Sura. Estas cabezas se entrecruzan la propiedad accionaria y conservan el concepto de empresas inscritas en la Bolsa de Valores.

Cada grupo actúa como sombrilla de un conjunto de compañías que a su vez son independientes. Hay una coordinación a nivel de juntas directivas, pues los presidentes de los holdings se mezclan en ellos, lo que permite además, compartir una filosofía empresarial.

Las tres compañías que actúan como holding de las empresas de alimentos, finanzas, seguros, seguridad social, cementos y energía tienen más de 100.000 accionistas, pues todas son empresas inscritas en bolsa.

Además de estructurar un nuevo modelo, el GEA había tomado otra decisión estratégica. Después de consolidar la posición en el mercado colombiano, donde todas las compañías son líderes en su sector, se trazaron la meta de convertirse en multinacionales en la región, para lo cual cada holding debía emprender su propio camino.

El Grupo Nutresa (empresas de carnes, galletas, chocolates, café, helados y pastas) se fijó el propósito de ser la primera ‘multilatina’ del país. En este proceso todo ha sido milimétricamente calculado para ser una empresa nacional con sede en Colombia, pero con operación y liderazgo en el subcontinente.

El Grupo Argos diversificó su portafolio de inversiones a negocios de puertos, carbón, inmobiliario, energía y cemento. Estos dos últimos negocios dieron el salto internacional. En cementos, por ejemplo, el alcance geográfico llega al Caribe, Centroamérica y Estados Unidos.

El tercer holding es el Grupo Sura que se convirtió en un jugador regional a través de la banca con Bancolombia; los seguros con Suramericana y los fondos administrados con Asset Management.

Uno de sus grandes hitos fue la compra de la operación de ING en América Latina en 2011, que incluyó aseguradoras en Chile y Perú. Con esta operación, el Grupo Sura se convirtió en el primer administrador de pensiones en la región.

Como se ve, el descruce de la propiedad ha dado tan buenos resultados, como en su momento los dio el famoso enroque paisa.n