La aventura y el ciclomontañismo, los reyes del turismo en Cundinamarca

Cundinamarca o ‘la comarca del cóndor’ no solo es el departamento despensa de Bogotá, sino que es el destino turístico por excelencia tanto de capitalinos como de turistas provenientes de distintas partes de Colombia. Los extranjeros también visitan el departamento determinados en su mayoría por conocer la exuberante biodiversidad que custodia en sus parques y reservas naturales.

Las cifras hablan por sí solas. Según el Centro de información turística de Colombia, Citur, en 2017, 4.126.000 personas se dirigieron a distintos municipios cundinamarqueses que, en su orden, fueron (datos de Anato y Migración Colombia): Chía, Cajicá, Fusagasugá, Zipaquirá y Mosquera.

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La captación de los turistas provenientes de distintas latitudes del mundo es 98% bogotana, es decir que esos visitantes pernoctan en la capital y en su estadía se dirigen a los municipios de la Sabana. De hecho, 15.521 extranjeros visitaron Cundinamarca en 2017, un 26% por encima del año inmediatamente anterior, interesados en sorprenderse con sitios como el restaurante Andrés Carne de Res, los postres y la industria lechera de Sopó, los deportes extremos y las orquídeas de Fusagasugá, visitar la Primera maravilla de Colombia que es la Catedral de sal de Zipaquirá y los planes de ciclomontañismo y parques nacionales de los alrededores de Mosquera.

Gracias a Airbnb y a aplicaciones de su estilo, Cundinamarca pasó de 795 a 948 establecimientos de alojamiento y hospedaje de 2016 a 2017, con una ocupación estándar del 32%.

Asimismo, la acogida del ecoturismo, de los deportes extremos y de conocer la biodiversidad colombiana, a solo 40 minutos de Bogotá, se demuestra con la no despreciable cifra de 29.083 visitantes a los parques naturales nacionales anclados en la región.

Otro dato que llama la atención es el rango de edad des los visitantes que arriban a Cundinamarca. Mujeres y hombres entre los 18 y 29 años son los que ocupa el primer puesto, seguido por el rango de 30 a 39 años. Las principales actividades que vienen a experimentar en el departamento son turismo con un 69%, al que le sigue, negocios, tripulación, eventos y capacitación.

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Por su parte, los bogotanos para escabullirse de la capa de smog y estrés natural de la ciudad se esconden en Cundinamarca los fines de semana. Tras el auge del ciclismo de ruta y de montaña amateur, desde muy temprano los sábados, domingos y festivos cada vez más se ven en las carreteras del departamento a cientos de capitalinos en sus caballos metálicos de dos ruedas. Por esto, los territorios que colindan con la capital de la República actualmente son conocidos como la ‘bicirregión’, por la popularidad que reviste la práctica de este deporte.

Hoy en día está claro que el viajero abandonó la idea de las grandes maletas y tiquetes en alta temporada. Ahora lo que se estila es un equipaje de mano, aerolíneas de bajo costo y un  inventario de aventuras. Por eso, esa seductora combinación de ecosistemas en un solo territorio, en donde a propósito se han identificado más de 17.000 especies de plantas, 1.300 de aves, más de 1.000 de peces, 250 de mamíferos y 119 de reptiles, con pisos térmicos que van desde el páramo hasta el manglar en minutos, es muy atractiva para los paseantes.