Luis Carlos Sarmiento (Hoteles Estelar), Alejandro Santo Domingo (Grupo Decameron), Germán Efromovich (Hoteles Movich) y Jaime Gilinski (Four Seasons en Colombia). | Foto: Gabriel Peña

HOTELERÍA

Hoyo en uno

Competidores de peso se miden en el campo de la hotelería en Colombia. Los principales grupos económicos encontraron un filón de negocio muy lucrativo.

21 de mayo de 2016

Los dos últimos años han sido muy dinámicos para la actividad hotelera y las cosas seguirán así por lo menos durante los próximos 24 meses, con la apertura de alrededor de 50 nuevas instalaciones. Los inversionistas saben que tienen que acelerar sus proyectos, pues los beneficios tributarios de esta industria, que los eximen del impuesto de renta durante 30 años, vencen en diciembre de 2017.

El sector hotelero se volvió un filón de negocio muy atractivo para los grandes grupos económicos. La cadena Hoteles Estelar de la Organización Luis Carlos Sarmiento Angulo tiene 28 establecimientos en Colombia, Perú y Panamá. Actualmente tiene en marcha varios complejos turísticos. Uno de ellos, en Cartagena, comprende una torre de 49 pisos de 338 habitaciones y un centro de convenciones para más de 2.000 personas. También tiene previstas aperturas en Medellín, Bucaramanga y Perú.

La familia Santo Domingo igualmente ingresó en esta actividad con la compra del Grupo Decameron, una cadena líder en turismo vacacional todo incluido. Alista nuevas inversiones por cerca de 300 millones de dólares para nuevos proyectos en los países donde está presente. Hoy tiene alrededor de 40 hoteles en América Latina y Marruecos, y el año pasado abrió complejos en Chile y en Haití.

Hace poco más de tres años el banquero Jaime Gilinski entró al negocio hotelero, al comprar la marca Charleston, que además de Bogotá está en Cartagena con el Santa Teresa. Gilinski hizo la gran jugada de este sector al llegar a un acuerdo con Four Seasons, la cadena de lujo de Canadá, para manejar Casa Medina y Charleston en la capital del país. El primero abrió sus puertas totalmente remodelado bajo los estrictos estándares de la prestigiosa cadena internacional. Por su parte, el mayor accionista de Avianca, Germán Efromovich, incursionó hace cerca de una década en la hotelería y hoy tiene ocho establecimientos con la marca Movich. Ahora, el empresario tiene la mira puesta en Brasil, México o Miami.

También los más tradicionales inversionistas del sector siguen creciendo. El Grupo Hotelero Londoño (GHL), con más de 50 años de historia, anunció en 2015 inversiones superiores a 80 millones de dólares para nuevos establecimientos en Centroamérica. GHL, una multilatina con presencia en 13 países y alrededor de 8.000 habitaciones, actualmente opera cerca de 70 hoteles con marcas como Sheraton, Sonesta, Four Points, Hilton Garden, Howard Johnson, entre otros.

A estos jugadores locales se suman las marcas internacionales que están apostando duro. En los próximos meses llegará al país Courtyard, de la cadena estadounidense Marriott, con un establecimiento en Bogotá. La cadena Metro Hotels sigue en expansión con las marcas Hampton by Hilton y Holiday Inn, donde tiene en Colombia cerca de una decena de establecimientos, mientras que AccorHotels (Sofitel e Ibis) trajo recientemente la marca Mercure con la apertura de un nuevo hotel en Santa Marta.

El turismo, en su conjunto, se convirtió en el segundo generador de divisas, después del petróleo, pues el año pasado produjo ingresos por 5.000 millones de dólares. Dentro de este renglón, los hoteleros fueron los primeros beneficiados, pues sus ventas crecieron por encima del 8 por ciento. Gustavo Toro, presidente de Cotelco, dice que la gran oferta hotelera colombiana ha hecho que las tarifas sean cada vez más competitivas frente a los países vecinos, o incluso con respecto al Caribe. En promedio, la habitación por noche está en 219.000 pesos, es decir, menos de 80 dólares. Sin embargo, reconoce que el gran reto es incorporar desarrollos tecnológicos para facilitar la búsqueda en internet y para que estos se puedan promocionar en el país y en el exterior.

En medio de la desaceleración económica, la hotelería saca la cara. El encarecimiento del dólar llevó a que muchos colombianos desistieran de viajar al exterior y prefirieran hacer turismo local. Además, atraídos por una tasa de cambio favorable llegaron más turistas extranjeros, lo que redundó en que la tasa de ocupación de los hoteles llegara el año pasado al 55,4 por ciento. En San Andrés es del 80 por ciento y en Antioquia del 65 por ciento.

Según cifras del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, el año pasado entraron al país 4,4 millones de viajeros provenientes del exterior. El número de visitantes creció 6 por ciento, por encima de lo que crece el turismo mundial. De ahí que la oferta habitacional siga en expansión -en el Registro Nacional de Turismo están inscritos más de 18.000 establecimientos de hospedaje y alojamiento -. Según Cotelco, hoy Colombia cuenta con cerca de 300.000 habitaciones, a las cuales se sumarán por lo menos otras 7.000 en los próximos dos años.

Al sector han llegado grandes cadenas internacionales que compiten de tú a tú con los jugadores locales, que saltaron a las grandes ligas con inversiones millonarias.