El procedimiento se realizó luego de que la comunidad denunciara y la policía judicial de la Fiscalía evidenciara las graves afectaciones que venía sufriendo el páramo de Santurbán causadas por la minería ilegal en las zonas de California y Vetas en Santander.
Los galafardos, como se conoce a los mineros de la región, accedían al páramo a través de túneles improvisados y por los mismos extraían el oro que encontraban. Todo este procedimiento lo hacían sin ninguna medida de seguridad para ellos, ni acciones de control para el medio ambiente, pues no hacían tratamiento a las aguas ácidas que se generan una vez se da la ruptura del suelo.
Luego de obtener las rocas, las maceraban y aplicaban sustancias como mercurio y otros químicos para separar el mineral de las piedras. Afectando de manera directa e irreversible el ecosistema ya que estos residuos tóxicos terminaban en el suelo y las fuentes hídricas de la montaña.
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Treinta personas estiman las autoridades que serían quienes estarían ejecutando esta actividad ilegal con el presunto apoyo de algunos funcionarios que, con su poder, lograban que se evitaran los controles necesarios, y permitían la consecución de explosivos necesarios para abrir los socavones y cometer otras actividades ilicitas.
Los capturados serán presentados ante un juez de control de garantias de Bucaramanga. Un fiscal de la dirección especializada contra las violaciones de los derechos humanos les imputará cargos por los delitos de: contaminación ambiental, invasión de área de especial importancia ecológica agravado, explotación ilícita de yacimientos minerales, concierto para delinquir y cohecho para dar u ofrecer.