Varias zonas de Valledupar lucen amarillas por un árbol que es confundido con el cañaguate. Fotos: @MLLACOUTURE | Foto: Valledupar amarilla

PANDEMIA

El Valle de Upar florece de amarillo en medio de la cuarentena

Habitantes de la capital del Cesar han fotografiado el espectáculo natural asegurando que se trata de los tradicionales cañaguates. Sin embargo, en abril, cuando empiezan a caer las primeras lluvias, Valledupar brilla con otra especie de árbol de flores amarillas: el puy o polvillo.

27 de abril de 2020

Durante los primeros meses del año, cuando la fuerte sequía empieza a sofocar los territorios del Caribe colombiano, un árbol con más de cinco metros de alto y un tronco de 60 centímetros de ancho, decide desnudarse ante los intensos rayos del sol.

Lo hace como una señal de protección para afrontar el verano. Sus hojas caen para evitar que capten la poca agua y así regular el equilibrio hídrico de su cuerpo. En esa transformación, las flores del cañaguate abren sus pétalos y ofrecen un espectáculo que pinta de amarillo los terrenos de la región Caribe.

La flor del cañaguate florece durante los primeros días de cada año. Valledupar queda pintada de amarillo. Foto: archivo.

Aunque este árbol es nativo de los bosques secos de las zonas más tropicales de Colombia, Venezuela, México y otros países de Centroamérica, es una estampa característica de Valledupar, la cuna del vallenato y del cristalino río Guatapurí, tanto así que un barrio de la ciudad fue nombrado como Cañaguate.

Entre enero y febrero, las calles, avenidas y recovecos de Valledupar se pintan con el amarillo encendido de la flor de los cañaguates. Las fuertes brisas cumplen su función las hacen caer sobre el suelo, conformando tapetes popochos de parecieran existir solo en un mundo de fantasía como el Macondo de Gabriel García Márquez.

En los meses más secos, el árbol de cañaguate florece y pinta de amarillo a Valledupar. Fotos: @NeisA_bg y @hgalvan01.

Sin embargo, durante los días de la cuarentena obligatoria por la pandemia del coronavirus, algunos habitantes del Valle de Upar han captado el panorama amarillento en la ciudad, que no se trata de los cañaguates sino de otro árbol con flores parecidas, llamado puy o polvillo, que se caracteriza por tener la flor un poco más pequeña.

Tal es el caso de María Lucía Lacouture, administradora de empresas y asesora de comunicaciones que reveló unas imágenes en su cuenta de Twitter. “Es mi día de salida y no fui a hacer mercado. Salí a disfrutar de los cañaguates que ya están florecidos. Saludos desde Valledupar”, citó Lacouture el pasado 25 de abril, quien fotografió varias paradas como el río Guatapurí, una carretera y varias zonas rurales de la capital del Cesar.

Las flores del cañaguaye y le puy son bastante parecidas por su encendido tono amarillo. Sin embargo, las del segundo son más pequeñas. Fotos: @MLLACOUTURE.  

Algunos habitantes expresaron su nostalgia al ver la ciudad florecida y no poder salir a presenciar el espectáculo tradicional de todos los años. “Estas imágenes me causan tristeza por dos razones: no podemos disfrutar de los cañaguates como solemos hacerlo para estas fechas y el río Guatapurí aún no sube su caudal”, escribió una ciudadana.

Diana Molina también expresó su tristeza. “Ver los cañaguates florecidos me da un guayabo inexplicable. Ver los cerros vestidos de amarillo era sinónimo del Festival Vallenato”.

Con el inicio de la temporada de lluvias, el árbol que empieza a florecer es el puy. Fotos: @MLLACOUTURE.

La Corporación Autónoma Regional del Cesar (Corpocesar) corroboró que Valledupar por estos días se pinta de amarillo por los árboles puy y otro llamado lluvia de oro, que florece por esta temporada. 

José Atuesta Mindola, en una columna publicada por el diario El Pilón, aseguró que en el mes de abril, cuando empieza a llover, sitios como el cerro de La Popa y lugares alrededor del río Guatapurí, se pintan de amarillo con las flores del árbol de puy, que muchos confunden con el cañaguate.

Otro artículo del mismo diario también despeja la confusión. “Muchos aseguran que son cañaguates, pero en realidad son puy o polvillo, según dijo el ambientalista Tomás Darío Gutiérrez, quien explicó que estas especies se caracterizan por tener la flor un poco más pequeña que la anterior. El cañahuate florece entre diciembre y enero, en pleno verano, y el puy abre sus flores cuando caen los primeros aguaceros”, informó El Pilón.