Reseña
'El libro de la belleza': reflexiones sobre un valor esquivo
A partir de cuadros y de citas de filósofos, artistas, poetas, novelistas e intelectuales, María Elena Ramos explica cómo ha cambiado la idea de 'lo bello' a través de la historia y el impacto que ha tenido tanto en la sociedad como en el arte y en la forma de contemplarlo.
En El libro de la belleza María Elena Ramos narra la historia del concepto de belleza desde la Antigua Grecia hasta la actualidad, en tres capítulos. A partir de cuadros y de citas de filósofos, artistas, poetas, novelistas e intelectuales, Ramos explica cómo ha cambiado la idea de belleza a través de la historia y el impacto que estas variaciones han tenido en el arte y en la forma de contemplarlo.
El primer capítulo cuenta que, desde la Antigua Grecia hasta comienzos del siglo XVIII, el concepto de belleza era de suma importancia para las artes y para la ética. La contemplación de cosas bellas enseñaba a hombres y mujeres a percibir y a apreciar la belleza espiritual y, según Platón, les permitía aprehender la belleza absoluta. Para los cristianos esa misma ascensión era prueba de la existencia de Dios.
La esencia de la belleza clásica era la armonía, que podía ser construida matemáticamente. Pensando en ello se estableció un canon que permitía reproducir la idea de lo bello y determinar qué encajaba en su definición.
A mediados del siglo XIX, varios artistas rompieron el canon y enterraron la semejanza entre arte y belleza. Dejaron de lado las representaciones fidedignas de la naturaleza y la ilusión de que el lienzo fuera una ventana al mundo. En cambio, se concentraron en estudiar el medio propio de su arte. Los pintores, por ejemplo, comenzaron a jugar con las leyes de las perspectiva, les quitaron profundidad a los cuadros, utilizaron diferentes paletas de colores y rompieron los objetos. Esto dio paso al arte abstracto y a la idea del arte por el arte mismo.
En el último capítulo la autora reflexiona sobre la manera en que la sociedad actual se relaciona con la belleza. Devela que, si bien quedan vestigios de su concepción clásica, el escepticismo y la crítica moderna calaron, lo que convirtió la belleza en algo esquivo.
María Elena Ramos es investigadora y enseña artes visuales. Ha sido curadora por Venezuela en las bienales de Venecia, São Paulo y Medellín, entre otras. Es licenciada en Comunicación Social de la Universidad Católica Andrés Bello y tiene un doctorado en Filosofía de la Universidad Simón Bolívar.
*Periodista cultural.