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Terapia respiratoria aguda (2003) de Libia Posada. Foto cortesía del Museo de Arte Moderno de Medellín

Arte

Visite una exposición que reflexiona sobre lo que es ser humano

ARCADIA habló con Emiliano Valdés, el curador del Museo de Arte Moderno de Medellín, sobre la exhibición “Libia Posada. Definiciones de horizonte”. La muestra, que cuenta con recorrido virtual 360, parece pensada para esta coyuntura por las reflexiones que suscita sobre el cuerpo, el espacio, la acción de respirar y cómo el poder mental puede afectar la salud.

16 de abril de 2020

¿Por qué eligió hacer una exposición de Libia Posada?

Libia es una artista que analiza su entorno constantemente, y que en su obra logra capturar la tensión y el espíritu del momento. Su trabajo es una invitación a pensar en nuestra humanidad. Por ejemplo, la artista resalta el componente humano de las cifras y las estadísticas con las que nos bombardean a diario los medios. A través de su obra uno recuerda lo que con frecuencia se olvida: que cada uno de esos números es una vida, una experiencia humana, una persona con una multiplicidad de relaciones.  

Háganos una pequeña introducción a la exposición: ¿cómo es el recorrido? ¿Por qué lo diseñó así y qué aspectos de la obra de la artista quería resaltar?

El modelo virtual con el que estamos trabajando nos permite hacer un recorrido muy parecido al que haríamos en el edificio del museo. Empezamos por la Sala de Fundiciones donde está Terapia respiratoria aguda (2003), una instalación de gran formato con una serie de cilindros de oxígeno. Para la artista esta obra no solo habla de la respiración como esencia de la vida, sino también como ejercicio democrático. Todos respiramos lo mismo.

Después entramos a la Sala A donde están expuestas una serie de obras que se centran en el interés de la artista por conectar -a través de una reflexión sobre lo humano- el ámbito médico y el artístico. Luego nos detenemos en un proyecto titulado Hierbas de sal y tierra (2012) que también conecta al arte con la medicina, en este caso a través de los conocimientos de las plantas medicinales del Chocó.

De ahí pasamos a la Sala B, que está dividida en dos: en el primer espacio están las obras que responden al interés de la artista por el concepto del espacio, analizado desde la geografía, los mapas, las cartografías. En la segunda sala se exhiben los trabajos que giran en torno a la salud mental y al poder del cerebro humano. Ahí termina el recorrido y luego hay un espacio para preguntas que se plantean por nuestra plataforma.  

Esta exposición toca temas sobre los que esta particular coyuntura le está haciendo pensar al mundo. En su opinión, ¿qué le dice Libia Posada al espectador de hoy, que vive la crisis causada por esta pandemia?

Esta exposición es trágicamente pertinente para este momento. En términos generales, el arte tiene la capacidad de llamar la atención, de resaltar y de poner en evidencia aspectos de la sociedad y del mundo que merecen ser repensados.  

Voy a tomar Terapia respiratoria aguda como ejemplo. Como dije, a través de esta obra, Libia habla del respirar como una acción democrática. Todos respiramos lo mismo. Sin embargo, hoy cabe preguntarse si eso es verdad. Esta epidemia está revelando las fracturas, las carencias y las desigualdades de nuestra sociedad. El acceso a la salud no es igual para todos, y en esta cuarentena no todos tienen la posibilidad de quedarse en casa.

El trabajo de Libia busca generar conciencia sobre las problemáticas del momento para que trabajemos en ellas, de modo que la experiencia de estar vivos sea más justa, más generosa, más humana.   

Por último, ¿qué destacaría de estos recorridos virtuales 360?

Yo creo que gran parte de la producción artística está hecha para vivirse en persona, en el encuentro de cada uno con el objeto. Dicho eso, tengo decir que las visitas virtuales que estamos organizando son de altísima calidad y que el 360 permite ver cómo están organizadas las obras en el espacio del museo, cómo se relacionan unas con otras. No es lo mismo ver una obra aislada que verla en relación con otras. La otra ventaja es que uno puede ir y venir. Ver una obra, pasar a otra y luego regresar; tal cual hace uno en el museo.