“Los bibliotecarios en este país son unos héroes”

Este contenido institucional surge de una alianza con Fundalectura.

En el marco de la FILBO 2019, Fundalectura trae consigo el 14° Congreso Nacional de Lectura ‘Coordenadas abiertas: lecturas y escrituras en tránsito’. Entre el 25 y 27 de abril, con cinco ejes temáticos y 21 participantes de seis países, el evento abrirá espacios de diálogo sobre las nuevas posibilidades para fomentar la lectura. Diana Rey, directora de la institución, ahonda en los retos que afronta la promoción de la lectura en el país y de los horizontes que abre este espacio.

Fundalectura está próximo a cumplir sus 30 años ¿Cúal es el panorama actual que afrontan? ¿Qué retos hay?

Cuando comparamos con otros países de Latinoamérica, haber logrado que en cada municipio Colombia haya una biblioteca pública un gran logro. Pero sabemos que aún hay mucho camino por recorrer y seguimos pedaleando para que el acceso a los libros sea una realidad de muchos. Celebramos que este gobierno de continuidad al plan nacional de lectura, un plan que hay que cultivar y fomentar. Conócemos de primera mano poblaciones que en el área rural de Bogotá están a 5 0 6 horas de la biblioteca pública más cercana debemos encontrar caminos para llegar a ellos.

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Para esta edición del Congreso, llaman la atención dos de los ejes temáticos. Uno es “ruralidad y periferia” y el otro es “migración”. ¿Cómo y por qué abordar estos fenómenos?

En un país tan grande y con tantas dificultades geográficas, es necesario trabajar directamente con las comunidades rurales. Primero, conociendo cuáles son sus necesidades y segundo, ofreciendo nuevas alternativas para superar ese obstáculo que es la brecha de desigualdad. Un reciente estudio ha confirmado que los teléfonos inteligentes si están llegando a donde otros canales tradicionales no. Por eso estamos diseñando una estrategia virtual de promoción y acceso a los libros que pueda ser impulsada a través de las redes sociales y los celulares.

Respecto a los temas migratorios, no queremos dar nada por sentado. Es por eso que estamos abiertos a escuchar a quienes tienen que afrontar esta problemática de manera directa. Tanto la migración interna como la llegada de familias venezolanas, son una realidad que se enfrentan en espacios como lo las bibliotecas públicas. Si un migrante acude a la red de bibliotecas, debe encontrar las herramientas en temas como el emprendimiento para que pueda construir una nueva vida.

Es la primera vez que la programación del Congreso incluye talleres prácticos. ¿Qué puede aportar este espacio?

Claro que buscamos tener bases teóricas fuertes, pero también queremos una participación activa de los promotores de la lectura, quienes conocen las dificultades de frente. Los bibliotecarios en este país son unos héroes que, en muchos casos, generan los únicos centros culturales de su comunidad. Son gente de primer nivel pero que con frecuencia está sola en su lucha. Es por eso que este Congreso quiere reconocer su labor al entregarles nuevas herramientas para que cuando regresen a sus comunidades lleven consigo nuevas alternativas para afrontar las problemáticas que los aquejan.

Además, durante la FILBO, Fundalectura trae otras iniciativas de en su programación. Tal es el caso de la “Bebeteca” y el 6° Concurso de Ilustración ¿Qué es lo que proponen?

Diferentes estudios muestran que cuando los niños obtienen el hábito de leer a estas edades, y genera este vínculo con los libros, no deja de ser un lector jamás. Pero cuando tienes un niño de doce años que nunca ha tenido acceso a los libros, volverlo un lector es algo muy complicado. Por eso es tan importante abrir un espacio para los más pequeños. Es difícil tener una oferta para toda toda la familia y sentíamos que era necesario fortalecer esto. Es por eso que este año le propusimos a la Cámara del Libro articular proyectos nacionales y distritales para crear una sala de lectura dedicada la primera infancia con una programación de alta calidad que promueva la creación de libros para los más pequeños, así como los espacios para que ellos se acerquen a la lectura.

Respecto al concurso de afiches de este año, hemos reconocido que a pesar de la gran calidad del trabajo editorial que tienen los libros ilustrados en Colombia, creemos que todavía es necesario que haya un mayor número de publicaciones. Por eso que el concurso es, en esencia, una forma de reconocer el trabajo de ilustradores colombianos a incentivando la creación de sus obras.

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