En la primera edición del premio nacional ‘Mujeres Transformadoras de la Colombia Rural’, de la Agencia Nacional de Tierras (ANT), cuatro agricultoras fueron galardonadas en dos categorías: ‘Mujer que labra la tierra con legalidad’ y ‘Mujer protectora del territorio’. En la categoría ‘Mujer que labra la tierra con legalidad’, los premios fueron para las caficultoras. Alba Gladys Ossa Castillo, de San José de Isnos (Huila), y Rosa Amalia Villada, de Albán (Nariño). Para Alba el premio es reconocimiento del trabajo que ha realizado con su emprendimiento, “Ambiente y café”, donde vende cafés especiales de la mano de sus cuatro hijas, y sus nietas. “Ser dueña de mi tierra me ha permitido echar para adelante a mis hijas y este negocio ha permitido que ellas entiendan que podemos ser emprendedoras”, dice esta mujer, que en 2018 obtuvo el título de propiedad de su predio, donde formalizó su proyecto y sacó adelante la iniciativa. En el premio se seleccionó a mujeres que como beneficiarias de los diferentes programas de acceso a tierras, formalización de propiedad, iniciativas comunitarias y subsidio integral de tierras, de la ANT, han logrado aportar al crecimiento y desarrollo rural del campo colombiano. “Somos mujeres berracas para trabajar, no nos arrugamos para nada. Con sol, con agua, hacemos lo posible para sacar a nuestras familias adelante y que no nos falte nada en nuestro hogar y en nuestra comunidad”, dice Rosa, quien también fue seleccionada como ganadora en la categoría , como beneficiaria del Subsidio Integral, que le permitió acceder a su predio. “A lo largo y ancho del territorio nacional existe una gran cantidad de mujeres que son protectoras, labran la tierra y conservan sus saberes ancestrales. Con su esfuerzo transforman su entorno, permitiendo el crecimiento de sus hijos, nietos y la comunidad en general. Por eso, es importante que los colombianos conozcan la realidad de estas mujeres maravillosas y el trabajo de cada una no se quede en el anonimato”, afirmó Myriam Carolina Martínez, directora de la ANT, en la ceremonia de premiación. En la categoría ‘Mujer protectora del territorio’, fueron premiadas? Celis María Reyes, de Ovejas, Sucre y Olivia Balanta, de El Cerrito, Valle del Cauca. Este galardón se destina a mujeres que demuestren su trabajo en la conservación de la naturaleza, la protección de la flora, la fauna y la ruralidad colombiana en tierras entregadas o formalizadas por el Estado. “Tener tierra propia significa confianza y seguridad, es poder acceder a créditos, invertir en mejoras y garantizar la seguridad de las familias”, dijo Celis María, durante la premiación del evento. Esta mujer, quien logró formalizar su predio gracias a la ANT, trabaja en la producción de cultivos y la cría de animales como orma de defender la seguridad alimentaria de su comunidad. Para la otra ganadora, Olivia, quien además es lideresa comunitaria, el premio es fruto del esfuerzo de su comunidad. De la mano de ellos, hoy lidera un invernadero, donde cultiva tomates, ajíes, y toda clase de productos que le han permitido cuidar las tradiciones de sus abuelos y de cientos de comunidades afro a lo largo del país. Para ella contar con su título de propiedad ha sido una oportunidad para preservar la ancestralidad de su cultura. “Como decía mi papá, la tierra nos da y por eso nosotros también tenemos que darle”.
Enla fotosevea Alba, a Celis,a Rosay a Olivia “Nuestra filosofía es que nuestras campesinas sean empresarias y emprendedoras. Durante estos últimos años hemos venido trabajando por ellas, especialmente, las mujeres rurales y eso se ve reflejado en los títulos de propiedad que se han entregado a nombre de ellas, que llegan a un 49% de los 23.000 títulos adjudicados en este gobierno”, destacó el ministro de Agricultura y Desarrollo Rural, Rodolfo Zea, durante la premiación. Para esta primera edición del premio nacional ‘Mujeres Transformadoras de la Colombia Rural’, más de 80 mujeres de diferentes regiones y departamentos del país se postularon. Esta iniciativa fue organizada por la Agencia Nacional de Tierras con el apoyo de organizaciones de cooperación internacional como la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), la Organización Internacional para las Migraciones – OIM, la Embajada de Canadá, la organización global Mercy Corps y la Universidad Sergio Arboleda.