“Alejandro Obregón y la modernidad artística del Caribe Colombiano”

“El arte es una cosa tan inmensa que hay que tenerle respeto,” dijo Alejandro Obregón en una entrevista con Gloria Valencia. Y lo mismo podría decirse de la obra de este artista, sin duda, uno de los más representativos del arte moderno colombiano.

Para estudiarla como se merece, el Banco de la República y el Museo de Arte Moderno de Barranquilla se unieron para dar una serie de conferencias que profundizan en la vida y la obra de Obregón. 

El ciclo comienza el 4 de junio a las 4pm con la conferencia: “Alejandro Obregón y la modernidad artística del Caribe colombiano.” Está a cargo de Isabel Cristina Ramírez, profesora de historia del Arte de la Universidad del Atlántico, y conocedora de la obra de este artista. 

Ramírez se centrará en los paisajes de Obregón y en el estilo de modernidad que reflejan.  Su "búsqueda plástica plantea una idea de modernidad muy distinta, e incluso en algunos aspectos totalmente opuesta a la que perseguían las vanguardias europeas de principios de siglo,” explica el comunicado del Banco de la República.  

Los otros títulos de la serie son: “Obregón y el contexto colombiano”, “Murales de Obregón en Barranquilla”, “La década de los 70 y la transición del óleo al acrílico”, “Paisaje, flora y fauna en la pintura de Obregón” y “Obregón y la violencia,” entre otros. 

“En la obra de Obregón el mundo aparece… ante nosotros, multiplicado y unificado, vivo y cambiante, inmutable y eterno, y siempre totalmente visible,” escribió Juan García Ponce.

Este artista -dijo la reconocida crítica de arte Marta Traba- pintó “por el color en sí mismo, por el disparate lírico de sus formas en sí mismas: por eso es el primer pintor contemporáneo de Colombia. Su comprensión de la pintura como un “acto gratuito” que sólo suscita placeres estéticos, sigue siendo hoy tan importante como hace diez años,... ese es el gran descubrimiento del arte del siglo XX.”

La conferencia podrá verse vía webex.

• Violencia, Alejandro Obregón
• Las imágenes del dogma: Un cielo bajo sospecha