Arafat en portada

Hace rato quería hacer un comentario sobre la edición #1.176 de Rodríguez Orejuela que fue la semana de la muerte de Arafat. Yo me imaginé que por un hecho de esa significancia, la portada de SEMANA se la darían a Arafat, pero comprobé que somos todavía un país periférico y alejado del mundo que sólo piensa en sus problemas locales y no en las interrelaciones de otros hechos mundiales con su vida diaria. Revistas políticas del otro mundo le dieron su portada y otras no por razones políticas frente al poder de Israel. Por supuesto que el caso de Rodríguez Orejuela es importante, pero no les altera la vida a los colombianos, y seguramente la muerte de Arafat tampoco la altera, pero el despliegue de medios televisivos por la muerte del líder palestino pudo haberse aprovechado para que la gente que consume información política entendiera mejor ese hecho político, explicara el conflicto y los intereses en juego. Me dirán que hubo un artículo interno y es cierto, inaudito sería no haber tocado el tema. Pero el efecto visual de una portada premia una noticia y un hecho político. Y SEMANA premió a un narcotraficante pedido en extradición. La muerte de Arafat altera el panorama de Oriente Medio.