Autoritarismo fascista

Permítanme que le haga unos comentarios al artículo 'El pasado no perdona' (SEMANA #1.168). El artículo dice: ".La justicia colombiana (.) también adelantaba una investigación desde 1991 para determinar el origen de los dineros de La Rebaja. Sin embargo, en este caso a los Rodríguez les fue bien". Esa frase presupone que La Rebaja es de los Rodríguez. Me parece que no hay allí objetividad periodística.

Lo mismo ocurre con las frases: ". Sin embargo no fue fácil borrar la historia y arrancar de cero. Dos años después de la negociación comenzó otro capítulo de Drogas La Rebaja, esta vez con sus nuevos dueños, a quienes no se les perdonó su pasado." Presupone una historia que los condena. No hace falta el viejo derecho romano entonces, sofisticado durante 2.000 años, puesto que la ordalía de los medios y el abuso de poder ya tienen un veredicto que simplemente necesitan racionalizar.

No voy a abundar en estos recursos deplorables para condenar de antemano a miles de colombianos, para justificar la ominosa dependencia de Estados Unidos. No nos queda mucha soberanía. Más bien quiero preguntarle a quien lo sepa, a través de su importante medio de comunicación, qué es lo que hace que la 'Lista Clinton' suscite en las instituciones colombianas veneración, supersticiosa obediencia, pusilanimidad e indignidad.

La bajeza moral, la decadencia cultural y la hipocresía que hay tras toda esta lucha contra el narcotráfico son inmarcesibles. Este horizonte sombrío de 'expertos de la Dijin', 'asesores del Departamento del Tesoro de Estados Unidos', 'oficiales de inteligencia', 'expertos en delitos financieros', 'declaraciones del director de la Ofac' que están atropellando impunemente a miles de colombianos, a la verdad y a la justicia, coincide demasiado bien con el autoritarismo fascista que avanza sobre Colombia y que pretende ajustar la desfalleciente democracia a sus aberrantes dictados.