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“Gaviria era un faro indiscutible”, Óscar Villada Martínez, Medellín.

11 de abril de 2015

El único calificativo

Sobre su portada del n.º 1718 de SEMANA, no creo que exista un mejor adjetivo para calificar al doctor Carlos Gaviria Díaz que el de maestro. Toda su parábola vital fue una prueba indeleble de su inmensa valía como ser humano excepcional, en la cual sus obras y comportamiento estaban ceñidos rigurosamente a sus ideas y, en general, a su manera de pensar, simbiosis que solo unos cuantos privilegiados pueden mantener.

Su ideario filosófico liberal, su honradez intelectual, su decencia a toda prueba, su honestidad, su valentía, su vasta preparación académica y, en fin, su hombría de bien, hacían del doctor Carlos Gaviria un faro, un guía indiscutible y un ejemplo del norte que debe seguirse ante todo en una sociedad como la nuestra, permeada hasta los tuétanos por la corrupción rampante desde las más altas esferas del poder, falta de valores y enferma de violencia, inequidad social y exclusión.

Ciertamente Colombia, con su estulticia e inmadurez política, jamás supo aprehender la oportunidad histórica que tenía ante sí; de que a regir sus destinos llegara un hombre de las calidades intelectuales, morales, éticas y cívicas de las que hacia gala este maestro inmenso  y, en un salto al vacío, prefirió premiar la ordinariez, la maldad, la trapisonda y la ilegalidad en decisión absurda cuyas consecuencias hoy estamos pagando. Qué distinta sería hoy nuestra patria si a la Presidencia de la República hubiese llegado el gran maestro Carlos Gaviria Díaz.

Óscar Villada Martínez
Bogotá

De un joven estudiante

Me refiero a la edición n.º 1714 sobre el caso Fidupetrol, en el que un  seudomagistrado puso en venta la Corte Constitucional. En el pasado ella gozó de respeto. Muchos de los que hoy estudian o pensamos en estudiar Derecho deseamos pertenecer a tribunales que exhiban una jurisprudencia honesta como durante mucho tiempo la tuvo la corte. Es así que Pretelt se convierte en el modelo de lo que no quiero ser ejerciendo el derecho.
En tanto la Justicia suelte los billetes que lleva en la mano y desenfunde su espada una vez más, se tendrán las bases para la paz que anhelamos los jóvenes que nacimos en medio de una lluvia de plomo. Gracias Pretelt por recordarme la necesidad apremiante de formarme como todo lo contrario a usted, es decir, como un abogado que practica el derecho, no como un abogado practicante del derecho. Hay una gran diferencia.

Juan Molano
Bogotá


Cáncer colombiano

Hay un cáncer que carcome la Justicia, una enfermedad que tiene podrida la institucionalidad, un mal para la seguridad jurídica que lleva al límite la frágil tranquilidad colombiana.

Los escándalos de la Corte Constitucional por el magistrado Pretelt (SEMANA n.º 1718) no son un caso apartado, ahora se está destapando la realidad de nuestra Justicia que va desde pagos por tutelas hasta despojo de tierras. ¿Cómo rendirle cuentas a una Justicia corrupta? ¿Cómo pueden exigir los magistrados como Pretelt el cumplimiento de la norma? ¿Cuántos Pretelt hay en estos momentos en la Rama Judicial que no han sido desenmascarados?; pero como es habitual de este país, son interrogantes que quedarán en el olvido o silenciados por la violencia.

Diego Alejandro Gutiérrez Narváez
Medellín


No solo ganar, sino formar
 
Si bien es cierto que alrededor del mundo del fútbol se mueven luces y sombras como menciona el artículo publicado en la edición n.º 1718, es oportuno concientizar a las escuelas de fútbol y a la sociedad de la importancia de fomentar los valores éticos y morales, al mismo tiempo que se atiende el desarrollo deportivo de los niños y jóvenes futbolistas.

En el Club Estudiantes de La Plata-Colombia, hemos logrado consolidar diferentes programas deportivos enfocados en la formación integral de jóvenes deportistas. Dentro de estos programas tenemos las clínicas y pruebas de formación de jóvenes en Argentina. En el artículo publicado se menciona el testimonio de Santiago, uno de nuestros pioneros en este programa de formación; quien durante un año de vivencia en Argentina, pasó por Estudiantes de La Plata, Peñarol de La Plata (equipo de la liga inferior platense) y por Gimnasia y Esgrima de La Plata. A pesar de no lograr el fichaje en uno de estos clubes, Santiago tuvo un proceso de crecimiento personal y deportivo que es, finalmente, la mayor ganancia.
La implementación de cualquier programa requiere siempre de aprendizajes y procesos constantes de mejora, razón por la que Santiago cambió de vivienda tres veces mientras estuvo con nosotros. A la fecha, nuestra organización mantiene un convenio con el Club Estudiantes de La Plata, Argentina, como filial, sin embargo, estos convenios no garantizan el fichaje de los muchachos. Actualmente, en este proceso formativo se encuentran 20 chicos viviendo en Argentina bajo nuestra estructura.
La carrera del futbolista es una linda profesión, ingrata, difícil, llena de sacrificios, no hay garantías; aun así, es apasionante. Los jóvenes que se involucran en estos procesos de formación crecen y maduran como personas de bien, capaces de adaptarse a los diferentes cambios que deberán enfrentar en la vida.

Leonardo Molina, director administrativo
Bogotá

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