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"Nunca un presidente de Estados Unidos había causado tal horror". José Vicente Márquez. Cali

19 de noviembre de 2016

Los ingredientes

En relación con su portada de la edición n.º 1802, les comento que Der Spiegel de Alemania publica una carta de una lectora en su edición del 15 de octubre que dice lo siguiente: “Tan solo se puede desear vehementemente que Trump no sea presidente de Estados Unidos y efectivamente tropiece con Putin. Los ingredientes para una tercera guerra mundial estarían dados definitivamente”. ¿Qué irá a pasar teniendo en cuenta que los ingredientes se pueden estar dando?

Carlos Reger Tlusty
Bogotá

Que no celebren

El triunfo del brexit en Reino Unido, del No en el plebiscito en Colombia y de Trump en Estados Unidos nos tomó por sorpresa a muchos y puso en entredicho la confiabilidad de la mayoría de los encuestadores y de muchos reconocidos periodistas y analistas políticos. Sin embargo, no faltaron algunos que, aunque minoritarios, acertaron en sus pronósticos como el célebre filósofo marxista Slavoj Zizek, que, como dice la columnista María Jimena Duzán (SEMANA, n.º 1802), “sostiene que el triunfo de Trump no es una calamidad, sino una oportunidad para exacerbar las contradicciones y permitir que se reinicie una nueva etapa de la democracia menos corrupta y más humana”.

Muchas razones explicarían el resultado en Reino Unido, en Colombia y en Estados Unidos: el populismo, las campañas engañosas y el rechazo e inconformidad  de los electores contra el establecimiento político que, en el caso norteamericano, prefirió dar un “salto al vacío” que continuar con modelos políticos desgastados.

Trump ganó con el voto de muchos estadounidenses blancos de clase media que veían en su discurso xenófobo, elitista y guerrerista la recuperación de lo que para muchos se había perdido desde hace décadas: un país para los blancos donde los extranjeros e inmigrantes no tengan cabida, salvo como trabajadores de tercera y donde el argumento central era que si había sido exitoso en los negocios (a pesar de la quiebra de algunas de sus empresas) lo sería también en la Presidencia.

Su triunfo refleja –como lo dice la periodista Duzán– “la crisis de la izquierda” que a pesar de las declaraciones de Trump contra las minorías, los inmigrantes y los árabes, como de su nula experiencia en la cosa pública, celebraron el triunfo de un discurso anti-globalizador y populista. La construcción del muro en la frontera con México, la revisión de las normas antiinmigrantes y de la apertura de relaciones con Cuba, la prohibición de ingreso de árabes, el control de las remesas, etcétera, son aspectos que quienes se autoproclaman de izquierda deberían mirar, antes de celebrar el triunfo alborozado de quien, como Trump, se presenta como el amigo de una política antiglobalización.

Juan Manuel Jaramillo Uribe
Manizales

Ninguna representatividad

En su columna de SEMANA del 6 de noviembre (‘El fanatismo religioso tiene límites’), María Jimena Duzán, al referirse a las objeciones de los líderes religiosos al acuerdo con las Farc, ¿ignora que las Farc no tienen ninguna representatividad más allá de su capacidad para ejercer violencia, y que lo que grandes sectores de la sociedad colombiana consideran escandaloso y reaccionario es entregarle semejantes concesiones a un pequeño grupo de violentos? Pasa por alto también que la guerrilla da a las mujeres un trato terrible que incluye permanentes abusos sexuales y abortos obligatorios. Los líderes religiosos, en cambio, representan posiblemente a millones de colombianos, no ejercen violencia alguna y, dentro de la pluralidad democrática a la cual aspiramos, están en todo su derecho a promover sus ideas, aunque a algunos nos puedan parecer obtusas o irrelevantes.

Louis Kleyn
Bogotá

Payaso, a mucho honor

Nunca como ahora es válida la protesta de las personas que se dedican al noble oficio de hacer reír, y que se conocen como payasos. No quieren que se les endilgue a políticos de baja estofa y fines protervos, como el recientemente elegido Donald Trump, el título de su honorable oficio. Payaso. En ese sentido se ha pronunciado la Asociación de Magos, Payasos y Recreacionistas del Atlántico (Amapar) en su reciente Congreso Barrinquirrisa. En la página 31 de la edición impresa n.º 1802, el calificativo resalta como el mayor insulto que se le puede endilgar a una persona.
De confirmarse los pronósticos, lo que menos va a hacer el personaje de marras es hacer reír a sus congéneres.

Leila Delgado Almanza
Barranquilla

Recuerdo a Nelson Pinedo

Como suscriptor de la revista SEMANA y por ende desde la tribuna de la impotencia, me pregunto sorprendido, y hasta con un poco de indignación, el por qué en la sección Enfoque de la edición n.º 1802, al referirse a los artistas influyentes del último medio siglo que se ha llevado el año 2016, no se hace referencia alguna a Nelson Pinedo, muy recientemente fallecido. Lo que proscribe el ‘olvido’, en este caso, como una simple e inofensiva tara de la memoria, para mostrárnoslo, a contrario sensu, como un ejercicio más, de esos incorregibles por cierto, en donde allende los mares nos ningunean.

Acciones como estas son las que muestran, en materia de regionalismo, de dónde viene la primera piedra. El redactor de la nota, con suficiencia académica, citó desde Leonard Cohen, pasando por Gene Wilder, hasta Keith Emerson, Glenn Frey y por supuesto a Prince y David Bowie, ello incluyendo una pequeña reseña de sus obras connotadas.

Dudo que el periodista desconozca que Nelson Pinedo haya sido un artista influyente del último medio siglo, desde cuando aquel martes 18 de marzo de 1954 grabó con la Sonora Matancera el inmortal tema Me voy pa La Habana, el que seguramente en un arrebato de nostalgia o de copas locas le ha erizado en más de una ocasión al redactor de marras; lo que también dudo, por supuesto, es que alguna vez le haya sucedido lo mismo con Ziggy Stardust de David Bowie o con Purple Rain de Prince Rogers.

Gregorio Torregroza P.
Bogotá

Una mejor manera

La edición n.º 1801 de SEMANA destaca la construcción de 100.000 viviendas gratis para familias de pobreza extrema, víctimas de desplazamiento, afectados por catástrofes naturales.... Hace unos años un alcalde de Nueva York criticaba estos programas, pero es evidente que la vivienda gratis  se justifica por las prioridades asignadas.
Desde la política, el programa se dice que puede ser utilizado como medio de campaña electoral y solicitan que el vicepresidente renuncie al cargo y se dedique a su campaña. Además, por las críticas a la reforma tributaria en la cual, se comenta, sale en defensa de los constructores. 
Una mejor manera de realizar estas obras puede ser vinculando a los futuros beneficiarios con un sistema de ‘autoconstrucción’, con lo cual a la postre quedan capacitados como albañiles, electricistas, fontaneros, toderos, maestros... Desde los mismos diseños arquitectónicos se debe programar ocupación para los noveles ocupantes. Si es propiedad horizontal, los primeros pisos pueden tener locales o talleres pertenecientes a la copropiedad y con la opción de ser arrendados a copropietarios para tener sus negocios o talleres  artesanales. Las terrazas debidamente impermeabilizadas se pueden usar para huertas que brinden seguridad alimenticia a los moradores del conjunto residencial, el cual queda, además, sustentable ambientalmente. “Siempre hay una mejor manera de hacer las cosas”.

Fidel José Vanegas Cantor
Bogotá

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