Cartas

De Alan Jara
Al abrir la edición #1428 de la revista SEMANA encontré ese gran gesto de solidaridad que mantiene el compromiso de la revista con los secuestrados.

En esta oportunidad, me conmovió aún más por la tristeza que vi en los rostros de los secuestrados que han perdido el brillo que les conocí en la selva cuando compartimos los tres primeros años de cautiverio.

Me uno a esta campaña por la vida, porque los policías, militares y demás secuestrados también tienen derecho a gozar de la libertad y el reencuentro familiar del que hoy disfrutamos los ya liberados.

Nuevamente gracias y estos gestos, sin duda alguna, reflejan la grandeza de espíritu de quienes orientan SEMANA. Dejé un espacio en mi ventana para poner el afiche de los que aún faltan.

Alan Jara
Villavicencio

De Gloria Pachón
Quiero hacerles llegar mis agradecimientos y los de mi familia por la importancia que SEMANA dio a la conmemoración del vigésimo aniversario del asesinato de Luis Carlos Galán en la edición #1424.

A través de su edición especial, y de su página de Internet, sus artículos, sus entrevistas y sus informes, ustedes promovieron un renovado interés hacia las ideas y la vida de Luis Carlos, objetivo principal de la campaña ‘Galán Vive’, igualmente impulsada con generosidad por otros medios.

Les ruego hacer extensivos nuestros agradecimientos a los directivos y los periodistas que realizaron este excelente trabajo.

Gloria Pachón de Galán
Bogotá

Traicionados y decepcionados
No estoy de acuerdo con la carátula de la última edición (#1428) donde dicen los intelectuales contra Uribe y el pueblo con él. Pues quisiera decirles que el descontento del pueblo con Uribe es muy grande. Conozco personalmente mucha gente uribista que ya no lo es y se sienten traicionados y decepcionados de él. Se lo aseguro y es más, las encuestas que están mostrando son falsas. Eso lo garantizo, o ¿por qué creen que quieren cambiar el censo? ¿Cuál es el miedo si supuestamente tiene el 79 por ciento de popularidad? Háganse esa pregunta ustedes, señores periodistas, y verán que las encuestas tienen gato encerrado. Por eso les pido no le hagan la segunda a este traidor que se hace llamar patriota y de corazón grande, pero para los ricos.

Guillermo Duque
Bogotá

Un mejor futuro
La revista en su edición #1428, en el artículo ‘Ex presidentes emberracados’, de alguna manera refleja cómo el conflicto está haciendo explosión por quienes verdaderamente lo han originado. Hace unos años era más notoria la violencia armada en los campos: la toma de Las Delicias, la toma de El Billar, la emboscada en La Carpa, la emboscada de Puerres, el asalto a Patascoy, la masacre de Mapiripán, la de Bojayá, los secuestrados y otras acciones que dejaron muchos dolientes; hoy parece que en el campo político se acentúan las descargas de agravios y desagravios que reflejan en buena parte, no sólo el origen de tanta violencia, sino los desatinos de los gobernantes.

Es imposible seguir ocultando la problemática del Palacio de Justicia, La Catedral de Pablo Escobar, la dudosísima financiación de campañas presidenciales, el mal manejo del denominado proceso de paz, la realidad del paramilitarismo y de la guerrilla, los problemas de las ‘chuzadas’, el de las notarías, y la actual problemática de la seguridad democrática amparando una reelección dañina para el sistema democrático. Están registrados en el artículo algunas de las personalidades que precisamente deben proponerse un ‘pacto de caballeros’ para combatir tanta corrupción y buscar un mejor futuro para el país.

José Álvaro Vargas Lancheros
Bogotá

Por el texto impreso
Paju, (SEMANA #1428), conforme se aprecia en la información aludida, es el esfuerzo mancomunado del gobierno coreano y de un grupo cercano a 200 editores y empresarios del país, lo que ha permitido el desarrollo de esta villa intelectual, enclavada a las puertas de Saigón.

Al respecto dos reflexiones merecen ser tenidas en cuenta. La importancia del texto impreso, que lejos de ser desplazado por los medios electrónicos, ha permitido un proyecto a todas luces benéfico tanto intelectual como económico. Y el interés de los coreanos por la lectura, donde esta clase de iniciativas alcanzan un éxito sorprendente, sólo posible con la contribución de permanentes lectores, ansiosos de su enriquecimiento cultural, y donde el apoyo gubernamental permite la adquisición de buena lectura a precios razonables, en lo cual Colombia no es propiamente la abanderada en América Latina.

Para la muestra la reciente feria del libro, donde los precios eran inalcanzables, y lo poco a precios razonables eran ediciones trasnochadas, salvo algunas pocas como honrosas excepciones.

Antonio José Marulanda Rojas
Bogotá