Cartas
"No entiendo cómo espera Chávez propagar sus ideas en Colombia con esa agresividad", Paulo César Barbatti, Río de Janeiro (Brasil).
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Para María Jimena Duzán
He leído atentamente su columna que circula desde ayer en la Revista Semana y que fue ampliamente difundida en Noticias Uno. Al respecto, debo decirle que, entre otras, es falso que yo haya participado en la realización de amenazas en contra de cualquier persona; y mucho menos en contra de la Corte Suprema de Justicia o del Senador Lara Restrepo, quien es denunciado en un proceso penal por injuria y calumnia instaurado por mi hermano Juan Gonzalo ante dicha Corte.
Tan absurda resulta la tesis de que yo esté involucrado en esos hechos, que el propio presidente de la Corte Suprema de Justicia se mostró sorprendido con respecto a los nombres mencionados por usted en su columna, aunque usted indica que su fuente fue quien informó al magistrado de las amenazas. A su vez, en una entrevista a RCN, el mismo magistrado indicó que la fuente inicial no era de la embajada de los Estados Unidos sino otras personas diferentes y al margen de la ley. Entiendo que antes de hacerse una publicación, incluso si se trata de una columna de opinión, deben realizarse las verificaciones mínimas del caso. Por esto, resulta inaudito que a pesar de que en mi contra no existen ni han existido investigaciones, procesos, ni condenas de ninguna índole, se afirme que yo podría ser “uno de los próximos extraditados”. De ser así, sería el primer extraditado sin que haya existido o exista ni siquiera un proceso previo, cosa que sería propia de una dictadura y no de una democracia.
Para su conocimiento, aunque el daño que genera una publicación como la suya es irreparable, anexo los documentos que muestran mis antecedentes y situación con la justicia nacional e internacional. Estos documentos hablan por sí solos, y desvirtúan tantas afirmaciones que se han venido realizando sobre mí, incluidas las del señor Baruch Vega quien es mencionado en su columna. Para su información, el señor Vega también es objeto de un proceso penal por injuria y calumnia que no ha podido ser notificado por que al parecer no reside en Colombia.
Como puede ver, mis actuaciones se enmarcan dentro del uso legítimo de las herramientas legales que existen en Colombia. No desistiré de usar dichas herramientas cuando considere que mis derechos han sido vulnerados, tal y como ha ocurrido en otras ocasiones, y me atendré a lo que las instituciones decidan. Solamente le pido que revise, con base en lo que le he comentado y los documentos que le he aportado, la veracidad y racionalidad de sus afirmaciones.
Atentamente,
Luis Guillermo Ángel
Medellín
Prejuicios religiosos
La polémica que se ha formado en torno al proyecto de la Clínica de la Mujer (SEMANA # 1429), es una discusión bizantina ya que están de por medio muchos prejuicios religiosos y moralistas, y por qué no decirlo, también políticos que se están atravesando a esta importante iniciativa.
Estoy de acuerdo con la doctora Martha Lucía Correa, una de las gestoras de este proyecto, quien en una entrevista mencionó los beneficios y servicios que brindará la clínica como son: consulta externa, ginecología, medicina general, urología, siquiatría, medicina interna, sicología, radiología, nutrición, y muchas otras. Además, la Alcaldía avala este proyecto reiterando que la Clínica no ofrecerá servicios de obstetricia, maternidad ni Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), en otras palabras, no será una clínica para el aborto, como pregonan sus enemigos.
César Cárdenas Rodríguez
Medellín
Dos concepciones
Lamento que en el artículo ‘De regreso al pasado’, SEMANA caricaturice un asunto de tanta trascendencia pública como el de la reacción ciudadana que surgió en Medellín ante la Clínica abortiva de la Mujer. La revista sería más honesta si se tomara en serio esta discusión señalando que están enfrentadas dos concepciones de la salud pública y de los derechos humanos. Las dos respetables. Ridiculizando la situación, informan mal, pero además, sugieren la falta de argumentos de su postura para criticar dicha reacción (o para defender el proyecto). Al menos deberían explicarle al lector por qué estar a favor del aborto y de la esterilización es progresista, y cuestionarlo es ser del pasado. Más anacrónico me parece el prejuicio antirreligioso del artículo.
Iván Garzón Vallejo
Bogotá
Desde Brasil
En este rato sentí una gran voluntad en escribir, para felicitarlos por tan magnífica e importante publicación, como es la revista SEMANA. Desde Río de Janeiro, en Brasil, la leo todos los días, no sólo porque soy un brasileño que ama a Colombia y a su gente, pero sí, porque da gusto ver tanta organización, responsabilidad, seriedad y belleza dentro de un enorme, actualizado y maravilloso contenido periodístico.
Paulo César Barbatti
Río de Janeiro (Brasil)
De Cecilia López
Con gran emoción comencé a leer el artículo ‘Los dados están echados’, publicado en la última edición de su revista. Sin embargo, cuál no fue mi sorpresa cuando al llegar al análisis del Partido Liberal me encontré con una gran mentira en donde se afirma: “En una versión simplificada, podría decirse que los más opcionados para ganar la consulta están divididos en dos sectores. Uno liderado por César Gaviria, presidente del partido, al cual son afines Aníbal Gaviria y Rafael Pardo; y otro, cercano al ex presidente Samper, en el cual están Alfonso Gómez y Cecilia López”.
Es falso que yo tenga apoyo alguno de Ernesto Samper. Mi campaña electoral, además de presentar una propuesta de gobierno denominada ‘La hora de los derechos’, ha sido bastante clara en manifestar que es necesario un viraje en el Partido Liberal y hacer un acto de contrición frente a todos los errores que éste ha cometido. Pero no basta con hacer ese acto de contrición, también es necesario que la forma de hacer campaña sea diferente y esto lo he cumplido al pie de la letra al desarrollar una campaña con voluntarios. Esta campaña no cuenta con el apoyo de ningún congresista del partido y de ninguno de los ex presidentes.
Cecilia López Montaño
Bogotá