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"Es importante recordar el pasado, así sea trágico, para que no se repita", Carlos Hernández, Cúcuta

9 de junio de 2012

Indignante

Respecto al caso de Rosa Elvira Cely (SEMANA n.° 1570), y de todas las manifestaciones de las que por estos días hemos sido partícipes los colombianos, llama mucho mi atención que detrás de todas las voces de apoyo, gestos de solidaridad y repudio, nadie se ha preguntado, o por lo menos no ha salido a la luz pública, por qué si la víctima fue encontrada en tan pésimas condiciones en el Parque Nacional es trasladada al Hospital Santa Clara, si tan cerca está el Hospital San Ignacio o el Hospital Militar Central. El hecho de que Rosa Elvira no estuviera afiliada a ninguna entidad no justifica el hecho de no ser atendida en el lugar más próximo tratándose de una urgencia vital. También me parece indignante la falta de seguridad del Parque, cuando bien es sabido por todos que no es la primera vez que un hecho así se presenta en ese lugar. Por eso invito a las autoridades policiales y al centro regulador de urgencias a que sean tenidas en cuenta este tipo de apreciaciones, pues el éxito clínico depende del cuidado de detalles que pueden salvar la vida de una persona.

María Susana Redondo García
Bogotá

Una visión parcializada

La narcotelevisión (SEMANA n.° 1570) se ha apoderado de los horarios premium de la parrilla televisiva. Sin ningún reparo se muestra cómo criminales, psicópatas y sociópatas transforman una sociedad de trabajo, como la colombiana, en una nación moralmente de segunda, bajo el patrocinio complaciente de la cultura de la diversión y sus adeptos. Se les brinda a nuestros niños y jóvenes una visión parcializada, idealizada y, en cierto momento, heroica del crimen, sin ningún contexto o reflexión que nos lleve como sociedad a evitar caer en otros cien años de soledad, sangre y dolor como los vividos por culpa de la narcocultura que, al igual que la señal de Caín, se instauró en nuestro capital simbólico nacional.
La escuela de verdad, en donde los docentes procuramos construir una sociedad mejor, no puede olvidar ni perdonar las acciones de los delincuentes. Debe, por el contrario, ser reflexiva y aprovechar esta información para que en conjunto con las nuevas generaciones colaboremos en la construcción de una Colombia de primera, digna de ocupar un espacio de desarrollo y liderazgo en el mundo actual.

Diofanto Arce Tovar
Montelíbano

Lenguaje particular

En el artículo ‘Fisuras en las Farc’ (SEMANA n.° 1571) se habla de diferentes posiciones políticas y militares en los miembros del Secretariado. Quizá como en todo colectivo haya un lenguaje particular en cada quien. Catatumbo, Márquez o Timochenko difieren en la forma, no en el fondo, pues aun en medio de pronunciamientos que hablan de finalizar, regularizar o construir la paz, acudiendo incluso a comediógrafos griegos, el concepto de guerra popular prolongada y el plan estratégico siguen vigentes. En ello no hay fracturas.

Aun si expertos como Vicenç Fisas hablan de condiciones propicias para negociar o dialogar, al proyecto fariano todavía le queda tiempo. En eso no existen sincronías con el establecimiento. Al país, para su desgracia, le resta enfrentar esa “guerra de desgaste” que le han impuesto, claro está, con una Fuerzas Militares que combatirán con fortaleza a los irregulares. La estrategia será, entonces, arreciar en acciones de impacto especialmente en áreas urbanas.

Las Farc saben que mientras mayor presión ejerzan, mayores concesiones vendrán, ese es su juego. Suena duro, pero a medida que se acerque la posibilidad de negociar, la confrontación se hará más fuerte. Al fin y al cabo llevan 50 años y, cuando una lucha irregular se extiende por tanto tiempo, paciencia es lo que finalmente sobra.

Capitán (r) César Castaño
Bogotá

 
De Luis Camilo Osorio

Con relación al reportaje del señor Giogio Sale, publicado en la edición n.° 1570, atentamente preciso lo siguiente: No tuve ni tengo amistad con esta persona. No iba “mucho” a su restaurante italiano, sino ocasionalmente como cualquier comensal, cancelando por mi cuenta los consumos en su totalidad. No participé en el escogimiento de prenda alguna a la que se hizo referencia.

Luis Camilo Osorio
Bogotá

 
Tiempo pasado

Me refiero al artículo ‘El retorno del fantasma’ de la edición n.°1569. Es triste lo que a diario leemos, escuchamos o vemos en los medios de comunicación: un gobierno cegado a aceptar que la seguridad del país se está saliendo de sus cauces y está llegando a la extremidad de lo inalcanzable. Quiero agregar, además, que si bien para algunos en el gobierno anterior se contaba con mejor seguridad, mientras que en este se ha perdido lo poco que se había ganado, sus apreciaciones suelen ser muy subjetivas. Pero tampoco podemos aceptar la idea de que este último gobierno ha sido el salvavidas de todos los males que le aquejan a Colombia. Cabe agregar también que, si bien el presidente Álvaro Uribe dentro de su plan de gobierno siempre se enfocó en un solo objetivo, que fue la seguridad, una vez terminado su gobierno le recomendó lo mismo a su sucesor Santos, quien hasta el momento ha demostrado ser más un mandatario populista que quiere cuidar todos los ‘huevitos’ a la vez, siendo que, en últimas, no termina cuidando nada. El actual mandatario se ha enfocado en hacer todo tan bien con reformas, leyes y firmas de tratados que ha descuidado el estado, tan nocivo, en el que se encuentra el país. Qué triste y lamentable que esto esté pasando. Y lo más irónico del asunto es que por ningún motivo tenemos el derecho a decir que todo tiempo pasado fue mejor, o mejor, como diría el proverbio bíblico: “Nunca preguntes por qué todo tiempo pasado fue mejor. No es de sabios hacer tales preguntas”.

Diego Alexis Pacheco
Ocaña

Medalla para Falcao

A propósito de la edición sobre Falcao (SEMANA n.° 1567), es toda una paradoja que un hombre que ha dejado en la cima del mundo su nombre, su sangre y su patria no tenga el reconocimiento nacional que merece. El futbolista debería recibir la Cruz de Boyacá. No hay un hombre que merezca más la distinción que lleva el nombre de ese departamento. Hay que recordar que en 1999 debutó en el equipo Fair Play Lanceros y fue desde Tunja que labró su futuro. Falcao es un ejemplo para la juventud y un orgullo para la patria.
Rafael Antonio Medina Sánchez
Tunja

Evacol Ltda. nada tiene que ver

N. de la R. Precisamos que en el recuadro ‘De tenis hasta el tope’del artículo ‘Así opera la mafia’, publicado en la edición n.° 1564 del 23 de abril, mencionamos que la Dian decomisó en Cali un cargamento de tenis y ropa en un edificio de nombre Evacol, inmueble que no guarda relación alguna con la sociedad Evacol Ltda., que tiene sus instalaciones de producción en Yumbo y que nunca ha poseído ningún edificio que lleve su nombre.

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