Cartas

Cada vez se evidencia que los ricos son más ricos y los pobres más pobres. En la edición n.° 1624, en la cual el equipo periodístico y los columnistas de SEMANA hacen referencia al escándalo de Riopaila Castilla, impresiona la forma como los grandes empresarios se quieren apropiar del país. Siempre quieren más y más sin importar lo que deban hacer para lograrlo, justificando un desarrollo rural y agroindustrial que le conviene al país. 

La prestigiosa firma de abogados que tuvo a cargo este plan de ‘compra’ expresa que este es un lío jurídico, de interpretación. Pero yo me pregunto: ¿Y dónde queda lo ético y lo moral? ¿Dónde queda la responsabilidad social empresarial que tanto pregonan estas grandes empresas? ¿Dónde queda la sensibilidad social? ¿La idea es triunfar en los negocios, así sea equivocadamente? 

Sin embargo, en algo pueden tener razón: es un tema jurídico. Y todo porque en Colombia las leyes tienen muchos vacíos, cosa que aprovechan los juristas para su conveniencia. La gran tarea es encontrar abogados pilosos –como el caso en mención– que saben interpretarla a favor de sus clientes, que aprovechan esos vacíos jurídicos que tienen las mismas, que sortean con todos los trámites administrativos que estas triquiñuelas conllevan y conocen las formas jurídicas para hacer ver lo que puede ser inmoral y no ético, como algo ‘legal’.

Leyendo el artículo de la visita a Cuba por María Jimena Duzán en la edición n.° 1625, confirmo algo que creía que podía suceder y es la conjunción de lo franco y lo objetivo, con la autorreflexión y el corazón.

Por simple cultura nacional, conozco un poco la vida profesional de esta periodista tan entrañablemente colombiana. Aunque no soy fiel seguidor del acontecer nacional, sí reconozco en ella a una mujer con la verraquera para asumir un puesto público de esos que nadie quiere.

El mes pasado me reí a carcajadas cuando leí la entrevista que le hizo a un líder guerrillero y me percaté del magnífico sarcasmo con que lo aborda sin sesgar o influir el propósito de la respuesta, pero luego se me hizo un nudo en la garganta cuando narra la experiencia interior que le causó ir a Cuba en plena mesa de negociaciones con las Farc. 

Es increíble cómo un periodista de la talla y la responsabilidad de Duzán desnuda su corazón y su posición frente a la historia de la nación sin perder el norte de su navío, permitiendo ver una postura optimista que tanto nos hace falta. Profesionales como ella hacen que los colombianos sigamos creyendo aún en los buenos colombianos, pues como promulgaba por ahí un grafiti “hay que dejar el pesimismo para tiempos mejores”.

En la última edición especial de SEMANA en ‘Las cifras del drama humano’ no queda sino preguntarnos, ¿pero en qué país vivimos? ¿Cómo es posible que todo esto esté sucediendo y este país pueda medio funcionar con ese cargo de conciencia tan pesado? Y los dirigentes tan orondos en convites y francachelas, pues todo sucede a sus espaldas mientras no sean ellos los afectados. Necesitamos más investigaciones como esta, que nos permitan aterrizar nuestra realidad. Y pensar que todavía hay recalcitrantes que se atreven a afirmar que en Colombia no existe ningún conflicto, que todo es producto de la imaginación, con razón que confunden Cundinamarca con Dinamarca.

En la edición n.° 1626 de SEMANA se publicó la columna ‘La pirámide del Fondo Premium’, por María Jimena Duzán. Allí se hacen afirmaciones equivocadas que, en relación con la participación de Edex y sus asesores Rafael Nieto Loaiza y Juan Carlos Paredes en la administración del Fondo Premium, nos obligan rectificar,: 

1. Los doctores Rafael Nieto Loaiza y Juan Carlos Paredes no son representantes de Edex en Colombia. Son asesores externos para asuntos relacionados con el Fondo Premium. 2. El doctor Paredes nunca ha sido abogado de los señores Nule. Fue su contraparte. 3. Es falso que Edex sea un fondo y que su intención sea invertir en la compra de “activos tóxicos”. 

Su labor es administrar los activos del Fondo Premium y cobrar los créditos a cargo de terceros y a favor del Fondo Premium, para devolver recursos a los inversionistas. 4. Para tal efecto, desde abril de 2013, Edex le manifestó a la Superintendencia de Sociedades que la estructura del Fondo se debía modificar para que los inversionistas fueran accionistas de una sociedad en Colombia y no en Curazao, en la que tuvieran por primera vez participación en la recuperación de sus activos. 5. Esa propuesta se formalizó sin que a la fecha se haya obtenido respuesta. 6. El desconocimiento de la autora es tal, que habla de un imposible: “Comprar todo el fondo para repotenciarlo y venderlo posteriormente”. 

7. Los activos del Fondo Premium son en su gran mayoría créditos vencidos que deben ser cobrados a los deudores para pagar a los inversionistas. Para esta labor fue contratada Edex. 8. Edex es la más interesada en calmar a los inversionistas para que no vendan sus derechos con enormes descuentos. Así, desde un principio, se les ha informado –y a la Superintendencia– la necesidad de crear un cuarto de datos para que los inversionistas revisen la información de lo que ocurre con el Fondo Premium y el estado de sus inversiones. 9. En este sentido, se les envió una comunicación a los inversionistas para que accedan a un blog privado en el que encontrarán información oportuna y veraz. 

10. La posición de Edex es clara: No se llegará a un acuerdo con los responsables de la crisis del Fondo Premium (“los estafadores”, como los llama la señora Duzán) a menos que reparen a las víctimas del Fondo Premium. Edex no pretende llegar a acuerdos que beneficien a unos inversionistas en detrimento de la mayoría. 11. Solo con la llegada de Edex se iniciaron los trámites tendientes a que, a través de las autoridades judiciales, se declare solidariamente responsable a InterBolsa, sus administradores y accionistas más relevantes de la pérdida que sufran los inversionistas del Fondo Premium. 12. La labor de la Superintendencia es muy importante, por lo cual, desde el inicio de sus actividades Edex se mantiene en comunicación con esa entidad.No se puede desconocer que el Fondo Premium tiene una estructura en el exterior que debe ser atendida, pues de lo contrario las actuaciones de la Superintendencia  carecerían de efecto.

Aunque me parece importante que hubiesen destacado el papel de la Fundación Saldarriaga Concha en el tema de la inclusión Social y la discapacidad, es menester hacer una precisión con respecto al término ‘personas discapacitadas’, utilizado por la revista en la edición n.° 1621, bajo el título ‘Incansable’. Dicho término denota que la discapacidad define a una persona, y no que más bien esta hace parte de las múltiples facetas que tiene como ser humano, tal y como lo estipula la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos de las personas con Discapacidad (Ley 1346 de 2009). De acuerdo a la legislación actual y a los acuerdos internacionales que Colombia ha ratificado, el término correcto a utilizar es el de ‘personas con discapacidad’ o ‘personas en situación de discapacidad’, en donde el contexto es el que se debe adaptar a sus necesidades y no al revés como lo plantea la nota de la revista.

N. de la R. María Jimena Duzán está gozando de un corto descanso y no escribe en esta edición. Regresará próximamente.