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Coca y drogadicción

En el informe que trata sobre la evolución de los cultivos ilícitos en Colombia, 'Victoria pírrica'

Jorge Arbeláez Manrique
7 de abril de 2003

En el informe que trata sobre la evolución de los cultivos ilícitos en Colombia, 'Victoria pírrica' (SEMANA #1.090), plantean el hecho de que ese cáncer, que nos azota hace tantos años, muestra la tendencia a hacer metástasis y, por consiguiente, erradicar la coca y la amapola, a punta de fumigación no es solución definitiva; apenas es un paliatorio. Según la Junta de Fiscalización de Drogas (Jife), un organismo adscrito a la ONU, el costo de los cultivos ilícitos en 2001 fue de 1.100 millones de dólares y las ganancias en Estados Unidos por venta de cocaína y heroína fue de 36.000 millones de dólares. La cuantía de las cifras sugiere que la solución está en sensibilizar a los consumidores en la exorbitancia del daño que están causando con su dinero al inducir al atropello de derechos humanos y a cometer acciones criminales. Las cárceles están abarrotadas de jóvenes padres y madres de familia que participaron en la acción de sembrar, transportar y vender. Para los consumidores, la frustración de sus estudios, la pérdida del trabajo o del ejercicio profesional y la consiguiente depauperación de su entorno familiar. El daño ecológico, especialmente en los Andes y la Amazonia, al descuajar el monte y la selva de su vegetación nativa para reemplazarlo por coca y amapola, con la consecuencial aniquilación de las fuentes hídricas. En nuestra patria es inconmensurable el daño de todo orden: humano, social, político, laboral, a las finanzas de la Nación, a la moral pública y privada y como generador de violencia. Por todo ello, se justifica una campaña globalizada que muestre los efectos perversos del consumo de estupefacientes.

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