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CURACIONES MILAGROSAS

15 de septiembre de 1997

Soy suscriptora de esa revista y no me puede faltar su lectura semanal. Me impresiona la apertura a columnistas con criterios tan opuestos y la libertad para tratar temas de mucha actualidad, a veces muy polémicos como el que abordaron sobre las curaciones milagrosas. Soy una sicóloga y por mi formación me costó mucho trabajo convencerme de que existen leyes desconocidas que rigen la vida cotidiana. De hecho, mi familia y yo nos hemos beneficiado de esas curaciones milagrosas, sin necesidad de recurrir a curanderos famosos, pero sí con la certeza de la intervención Divina. La más reciente experiencia fue con nuestro hijo de dos años, Santiago, quien sufrió quemaduras de segundo grado en su pierna derecha y ante el asombro de los médicos se recuperó casi totalmente en tres semanas con la ayuda de la oración y de la imposición de manos realizadas por su padres, siempre en el nombre de Nuestro Señor Jesucristo. Betty Achury de Müller Bogota

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