Home

Cartas

Artículo

DE JUAN CARLOS PASTRANA

5 de abril de 1999

Dice el ex jefe de la policía secreta, Ramiro Bejarano, en carta a SEMANA: "En la
investigación en vez de haber establecido responsabilidad de alguien en un supuesto robo de una pieza
procesal, y menos del suscrito, lo que está probado es que jamás ocurrió ese hecho".
Pero el fiscal general de la Nación, Alfonso Valdivieso Sarmiento, lo contradice en comunicado de fecha lunes,
31 de julio de 1995:
"Dentro del proceso derivado contra el señor Santiago Medina, se constató que durante el fin de semana fue
hurtada una de las copias de la indagatoria rendida el día viernes 28 de julio. Así mismo, se evidenció que
las oficinas de la Dirección Nacional de Fiscalías fueron penetradas por personas desconocidas".
Además, el fallo de la juez Segunda Penal del Circuito, doctora Liddy Vega (proceso 13306, 8 de mayo de
1998), desbarató de una vez por todas la absurda coartada del 'anónimo' sobre la que basan su defensa
Horacio Serpa y Ramiro Bejarano, colocando al dúo de Hatogrande del lado del falso testimonio y el
fraude procesal.
Estoy obligado a reiterarle, señor director, lo dicho en carta no publicada la pasada semana. Me sorprendió la
omisión, en la nota 'Las peleas de Juan Carlos', de las reiteradas alusiones del presidente de Publicaciones
Semana _en la entrevista grabada durante dos horas en mi casa_ a "los enemigos de Juan Carlos Pastrana
en la Fiscalía". Se ignoró, además, toda referencia a la condena de Fernando Carrillo por la Procuraduría
en relación con los contratos de La Catedral.
Se evitó igualmente cualquier aproximación al tema del prevaricato del fiscal Gómez Méndez a favor de los
hermanos Rodríguez Orejuela en el caso de las visitas del narcotraficante venezolano José Flores Garmendia,
alias 'El Gordo'. Valga recalcar que dicho señalamiento no constituye un simple ataque al Fiscal, tal como
lo pretende trivializar Isaac Lee. El grave hecho es motivo de denuncia penal que, en el panteón del Ocho
Mil, yace enterrada en la Fiscalía desde el 27 de agosto de 1998.
Sigo convencido de que el Fiscal es valiente con los periodistas, pero cobarde con los capos. Y de que el
silencio con que pretende enterrar el trámite de las denuncias, lejos de la elegancia procesal, se incrusta en
la dolosa complicidad con el delito.
Juan Carlos Pastrana
Bogotá

Noticias Destacadas