Del general Uscátegui

En la edición #983 de SEMANA, aparece la siguiente expresión del coronel Hernán Orozco Castro: “Me condenaron por denunciar un general y, por extensión por ofender a todo el generalato”.

Es importante que la opinión conozca que el proceso por los hechos de Mapiripán se encuentra surtiendo el recurso de apelación ante el Tribunal Superior Militar, que debe valorar las pruebas legalmente producidas y aducidas en el proceso y reconocer la verdad real y procesal de los hechos para determinar la situación jurídica tanto del coronel Orozco como la del suscrito.

Las pruebas de mi inocencia, en la que insisto al interponer el recurso mencionado, están consignadas en dicho proceso, las cuales contradicen ostensiblemente las expresiones amañadas del coronel Orozco y que nada tienen que ver ni con versiones periodísticas, ni creencias subjetivas, ni datos estadísticos como se afirma equivocadamente en la revista, donde se pretende hacer creer que es el convencimiento intrínseco el termómetro que anima las decisiones judiciales y no las pruebas legalmente aportadas a la historia procesal que deben sujetarse a reglas estrictas de interpretación señaladas por el propio ordenamiento jurídico. Pensar y obrar de esta manera, no sólo resulta ilegal sino ilógico, y es pretender dar visos de inocencia ante la opinión pública que no conoce el proceso, cuando no se ha tenido argumento válido para defenderla ante los jueces y los tribunales instituidos en toda sociedad civilizada para administrar justicia. A su debido tiempo los medios de comunicación y las ONG nacionales e internacionales conocerán al detalle la realidad de lo sucedido en Mapiripán durante el mes de julio de 1997.