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DESDE MUY LEJOS

13 de mayo de 1996

Me encuentro suscrita a SEMANA desde hace casi un año, y aunque muy lejos de mi país, por medio de su revista me entero de lo que pasa allí, casi como si estuviera viviendo en él. Me permito hacer unas observaciones al respecto de la situación actual. La coyuntura que ha estado viviendo el país no debe cerrarse con una ley de 'punto final', esto equivaldría a consagrar la impunidad y a incentivar a que el negocio-delito del narcotráfico y delitos relacionados con él sigan floreciendo. No hay que olvidar que desde la introducción de este ilícito negocio innumerables vidas han sido segadas, entre otras de periodistas, jueces y políticos íntegros, que se atrevieron a denunciar, juzgar, advertir de los peligros que corría el país al tomar la actitud de convivir con el narcotráfico. Aun si se declara que, jurídicamente, no hubo enriquecimiento ilícito, encubrimiento y demás delitos que están siendo considerados, siempre quedará el hecho que muchos miembros de la clase dirigente y aun ciudadanos en general, ya sea al recibir dinero ilícito, activamente ayudar el tráfico, promover leyes que beneficien al narcotráfico, y aun tener una actitud complaciente, han contribuido al establecimiento de la llamada 'narcodemocracia'.Más que la ley de punto final, el país, comenzando por la clase dirigente y los que directa o indirectamente influencian al pueblo, necesitan hacer un profundo examen de conciencia y arrepentirse y confesar su pecado. Entonces pueden esperar el renacer de una Colombia renovada, limpia y diferente de la que vemos ahora, la cual ha tocado un fondo profundo. Es nuestro deber dejarle a nuestros hijos una Nación diferente.Bertha Lucía SmartBandar Seri Begawan (Brunei)

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